La Federación Nacional de Comerciantes Detallistas de Provisiones (Fenacodep) manifestó su preocupación por el impacto que la próxima reforma fiscal podría tener en los pequeños comerciantes, especialmente si esta afecta a los principales productos de venta de sus comercios, como las bebidas alcohólicas.

De acuerdo con la entidad, este posible incremento en los impuestos supone una amenaza para miles de comerciantes detallistas, que ya enfrentan una alta presión tributaria.



En tal sentido, Fenacodep expresó que el 98 % de los negocios en el país son micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que aportan cerca del 60 % de los empleos y más del 32 % del Producto Interno Bruto (PIB).

“Los colmados, en particular, son esenciales en la economía dominicana. Sin embargo, una mayor carga fiscal afectaría de forma directa su capacidad de generar ingresos y empleo, lo que impactaría en el desarrollo económico y social del país”, afirmó Domingo Colón, presidente de Fenacodep, al destacar que esta situación podría frenar el surgimiento de nuevas Mipymes y limitar el crecimiento de las ya existentes.



Asimismo, consideró que cargar de impuestos a las bebidas alcohólicas, -cerveza, whisky, rones y vinos-, no es una solución viable para el comercio detallista. “Este aumento golpeará de manera desproporcionada a los colmaderos, quienes ya enfrentan serios retos para mantenerse a flote en un entorno económico de alta competitividad y costos operacionales crecientes”.

Colón agregó que la federación espera que el Gobierno considere las dificultades de este sector y busque alternativas que permitan el desarrollo sostenible de los pequeños negocios.

Actualmente, el sector de bebidas en la República Dominicana enfrenta la mayor carga fiscal de la economía, con una presión impositiva del 35.2 %, muy por encima del promedio nacional, que fue de 10 % en 2022.

FENACODEP advierte que un nuevo incremento de impuestos sobre las bebidas alcohólicas en el marco de la próxima reforma fiscal colocaría una carga aún más pesada sobre los colmaderos, quienes ya enfrentan dificultades para competir en condiciones aceptables en el país.

La federación exige que el gobierno adopte los mecanismos necesarios para que esta reforma no implique asfixiar a los detallistas, quienes juegan un papel fundamental en la economía de la República Dominicana, a todos los niveles.