Ante la posible aplicación de una reforma fiscal en el país, que podría incluir el cobro de impuestos sobre las transferencias de bienes industrializados y servicios a empresas extranjeras proveedoras de servicios a través de plataformas digitales, incluidos los servicios de alojamiento de renta corta como Airbnb, ejecutivos de esta multinacional digital expresaron su disposición de tributar en el país.
Sin embargo, se oponen a convertirse en agentes de retención y plantean que el Gobierno debe vincular sus sistemas de recaudación con tecnologías que cumplan con los estándares internacionales, facilitando el cobro y la automatización del impuesto.
Carlos Muñoz, Public Policy and Government Affairs de Airbnb, dijo que la posibilidad de comenzar a tributar genera certeza entre miles de proveedores de servicios locales, porque en la actualidad temen que la Dirección General de Impuestos Internos toque sus puertas en cualquier momento.
Dijo que muchos de los propietarios que tienen viviendas en renta en esa plataforma quieren regularizarse y muchos no saben cuáles son sus obligaciones y en ese sentido, proponen establecer reglas claras, sencillas, fácil de ejecutar ya que eso da seguridad jurídica a miles de personas que operan en la informalidad.
Apuntó que para ellos formalizarse representa una oportunidad de integración al sistema bancario.
Además, señaló que en la reforma fiscal si se aplica un impuesto a las plataformas digitales debe incluir un capítulo dedicado al tratamiento de estas plataformas y de las empresas transfronterizas.
«Actualmente, el marco legal dominicano no aborda cómo fiscalizar a estas entidades virtuales que operan en múltiples jurisdicciones. El enfoque debe alinearse con los estándares internacionales para facilitar el intercambio de información fiscal entre países y garantizar que las empresas cumplan con sus obligaciones tributarias», subrayó el ejecutivo a EL DÍA, quien adelantó que se encuentran en el país.
Explicó que la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores) ha propuesto que las plataformas digitales se conviertan en agentes de retención, lo que Airbnb ve como un desafío para su negocio, ya que podría ponerles en desventaja frente a otras aplicaciones tecnología de renta corta que no procesan pagos y provocar la salida del sistema de miles de proveedores y usuarios.