La vorágine del Plan del Desarrollo Turístico de Cabo Rojo, provincia Pedernales, no va a la par con la rehabilitación de la carretera, que representa la única vía de acceso terrestre, alargando alrededor de una hora adicional al trayecto que anteriormente rondaba entre cuatro horas y 30 minutos y cinco horas, a más de seis.
La situación viene dada porque a más de dos años de iniciarse el proyecto de ampliación de la vía, desde Juancho a Pedernales, aún no hay ni un pequeño tramo concluido.
Es toda una travesía recorrer alrededor de 88 kilómetros que separan a Paraíso (Barahona) de Pedernales y ni se diga de la llanura mura de Oviedo en adelante. En un vehículo todo terreno se tarda más de dos horas transitar este tramo.
La desgracia para el conductor comienza agravarse justo en San Rafael, donde abunda derrumbe de tierra, estrechez, obstrucción y agrietamiento de la vía, no apta para el tránsito de vehículos livianos.
De acuerdo a Carlos Osi Pérez en N DIGITAL que el asfalto escasea y es común ver vehículos quedados, conductores cambiando neumáticos, mientras otros esperan chance del único carril disponible para avanzar.
Otro punto es que en los escasos poblados que abarcan la llanura de Oviedo, La Colonia, Juancho, la intervención aún no se produce y sus estrechas calles se han deteriorado aceleradamente.
A propósito, la remoción de la capa de asfalto de algunos puntos de la vía para empalmar con la ampliación, ha dado paso un terreno más amplio, de cacajo, con hoyos y todo cuidado es mínimo a la hora de transitar, para evitar deslizamientos de vehículos.
Otra situación es generada porque algunos tramos paralelos, que fueron intervenidos en la ruta Oviedo-Perdenales, fueron descuidados y la falta de seguimiento produce que la maleza y arbustos volvieron a crecer, traduciéndose en pérdida de tiempo y dinero.
En algunos puntos se nota el relleno de montones de rocas, que afortunadamente abundan en la zona y no se requiere recorrer largas distancias para su obtención
En algunos segmentos sí parece estar más avanzada la ampliación de la vía a cuatro carriles, que solo esperan por el asfalto.
Pero no todo anda lento, pues donde sí se nota que se aceleran los trabajos es en las amplias vías que se abren los antiguos bosques manglares, cactus y guasábara en Cabo Rojo, donde se han removido montones de toneladas de terrenos para dar acceso a los más de nueve hoteles que se levanta en la zona, el muelle, el aeropuerto y las paradisíacas playas de Bahía de Las Águilas y Cabo Rojo.
Lo que sí están felices son los chivos y vacas que se pasean a sus anchas por la carretera, sin ningún tipo de control, como es el caso de esta manada.
El presidente Luis Abinader ha puesto gran empeño en el desarrollo turístico de Pedernales, lo que para mucho es su obra cumbre.