Donald Trump y Kamala Harris se batieron en duelo por el voto de los latinos este martes, cuando solo quedan dos semanas de campaña electoral, sacudida de nuevo por una frase inesperada de Joe Biden sobre su predecesor: «Tenemos que encerrarlo».
El público congregado en New Hampshire (noreste) aplaudió con entusiasmo. «Encerrarlo políticamente», matizó el presidente.
Hasta ahora la Casa Blanca evitaba mencionar los problemas judiciales del candidato presidencial republicano, acusado entre otras cosas de haber intentado alterar los resultados de las elecciones de 2020 que perdió frente a Biden.
Cuando Trump se enfrentó a Hillary Clinton en 2016, el empresario pidió que la investigaran y la encerraran. «Enciérrala, enciérrala», solía gritar la muchedumbre.
El equipo de campaña de Trump arremetió contra Biden: «Acaba de reconocer la verdad: el plan de él y Kamala desde el principio ha sido perseguir políticamente a su oponente, el presidente Trump, porque no pueden vencerlo de manera justa y honesta».
Trump y la vicepresidenta Harris, a quien Biden pasó el testigo en julio, están técnicamente empatados en las encuestas e intentan atraer a los indecisos, los afroestadounidenses y los latinos para inclinar la balanza a su favor.
«Parte de la agenda que he presentado y que estoy muy consciente de cómo afectaría a los hombres latinos, por ejemplo, incluye lo que debemos hacer para construir una economía fuerte que apoye a la gente trabajadora», dijo Harris en una entrevista con Telemundo, según fragmentos difundidos por la cadena.
La mayoría de los latinos vota por los demócratas pero Trump ha arañado votos hispanos, sobre todo entre los hombres.
El republicano, cuya retórica antimigración se radicaliza, participó en una mesa redonda con simpatizantes latinos en Florida.
Habló de economía pero sobre todo de lo que él considera una prioridad: la inmigración ilegal.
– «¿Dónde están los niños?» –
Volvió a acusar al gobierno de haber perdido a 325.000 niños migrantes que, según él, ahora son «esclavos sexuales, esclavos, (están) desaparecidos o muertos».
Parece referirse a un informe de la Oficina del inspector general del Departamento de Seguridad Interior, que afirma que se ha perdido el contacto con más de 32.000 niños migrantes no acompañados que no han acudido a la corte tras quedar en libertad entre 2019 y 2023. Añade que más de 290.000 menores no recibieron avisos para ir al tribunal.
Algunos participantes abundaron en la falsedad, entre ellos el actor mexicano Eduardo Verástegui.
«Entraron por la frontera, los soltaron y no sabemos dónde están. Kamala, ¿dónde están los niños? (…) Esta gente Kamala, Biden son los mayores traficantes de personas de la historia», acusó.
El grupo de latinos rindió culto a Trump como si fuera un mesías.
Todos de pie con los ojos cerrados, algunos con el brazo en alto apuntando a Trump, o una mano sobre el hombro del expresidente, recitaron dos oraciones para pedir a Dios que guíe sus pasos.
«Lo ungimos para que sea el próximo 47º presidente de Estados Unidos, para restaurar los valores bíblicos», dijeron sobre Trump, que se quedó sentado.
Los demócratas critican la aptitud mental y física de Trump pero sus mítines se llenan con una marea de incondicionales.
Y no está claro que su promesa de deportar masivamente a los migrantes en situación irregular le esté pasando factura electoral.
– «Cerrar la página» –
Sea cual sea el resultado electoral, los estadounidenses harán historia el 5 de noviembre: eligiendo al primer presidente con una condena penal a sus espaldas o a una mujer para el cargo.
En una entrevista con la cadena nacional NBC, Harris respondió «absolutamente» cuando se le preguntó si Estados Unidos está preparado para elegir a su primera presidenta mujer, y además mestiza.
Lo que «realmente le importa a la mayoría es si podemos hacer el trabajo», añadió.
Lo importante «no es sólo pasar página, sino cerrar la página y el capítulo de una era que sugiere que los estadounidenses están divididos», dijo.
Evitó contestar directamente a la pregunta de si teme que Trump declare la victoria antes de que se termine el cómputo de votos.
«Lidiaremos con la noche de las elecciones y los días posteriores (…) tenemos los recursos y la experiencia», comentó.
Trump todavía se niega a aceptar su derrota en 2020, lo que hace temer que impugne el resultado si pierde.
– «¡Voten!» –
«Veamos qué pasa (…) la última vez ocurrieron cosas muy, muy malas, pero esta vez no tenemos covid-19, y va a ser mucho más difícil para ellos hacer cosas malas», dijo Trump en la mesa redonda.
Por la noche, en un mitin en Carolina del Norte, acusó a Harris de ser «estúpida» y perezosa, prefiriendo «dormir» a hacer campaña.
También atacó al expresidente Barack Obama, que echa una mano en la campaña demócrata, diciendo que divide a la gente.
Obama dio un mitin en Michigan, donde fue presentado por el rapero Eminem, la última estrella en unirse a Harris.
«¡No abucheen!, ¡voten!», imploró Obama.
Más de 20 millones de estadounidenses ya han votado por correo o en persona en unos comicios en los que el nivel de participación podría ser decisivo para conseguir las llaves de la Casa Blanca.