La vicepresidenta demócrata Kamala Harris llamó este miércoles «fascista» a Donald Trump y dijo que está «cada vez más desquiciado», después de que un excolaborador del republicano afirmara que elogió a Adolf Hitler.
Los candidatos elevan el tono cuando faltan 13 días para unos comicios en los que están codo con codo en las encuestas.
Los estadounidenses no quieren «tener un presidente de Estados Unidos que admire a los dictadores y sea un fascista», dijo por la noche la candidata demócrata a la presidencia en un acto organizado por CNN para responder a preguntas de los votantes.
El presentador le preguntó: «¿Crees que Donald Trump es un fascista?».
«Sí, lo creo», contestó ella en Pensilvania, uno de los siete estados que pueden decidir el resultado de las elecciones el 5 de noviembre.
Horas antes ya atacó duramente a su rival republicano, después de que el exgeneral de los Marines John Kelly estimara que el expresidente encaja en la definición de fascista.
Según el exmilitar, el magnate «comentó más de una vez: ‘Sabes, Hitler también hizo algunas cosas buenas'».
«Es profundamente preocupante e increíblemente peligroso que Donald Trump invoque a Adolf Hitler, el hombre que fue responsable de la muerte de seis millones de judíos y de cientos de miles de estadounidenses», afirmó Harris.
«Donald Trump está cada vez más desquiciado e inestable, y en un segundo mandato, personas como John Kelly no estarían ahí para ser las salvaguardias contra sus tendencias y acciones», sostuvo.
Según ella, Trump quiere «un poder sin control», con «un ejército que sea leal a él», en vez de a la Constitución.
Calentaba así los motores para el martes cuando, según su equipo, la exfiscal pronunciará un «alegato final» contra Trump en Washington, en el lugar donde el expresidente arengó a sus simpatizantes antes de que atacaran el Capitolio el 6 de enero de 2021, informó un directivo de su campaña.
– «Desesperada» –
El equipo de campaña de Trump considera que la demócrata «está cada vez más desesperada porque se tambalea y su campaña está en ruinas».
«Por eso sigue difundiendo mentiras y falsedades descaradas que son fáciles de refutar», dijo el portavoz Steven Cheung en un comunicado.
Trump hizo campaña en otro estado clave, Georgia, donde no mencionó una acusación revelada por The Guardian de una exmodelo que afirma que el millonario la manoseó. Se lo presentó, dijo ella, el financista procesado por delitos sexuales Jeffrey Epstein.
Sin embargo, el republicano dio rienda suelta de nuevo a su retórica antimigrante.
Enumeró varios casos de crímenes de jóvenes atribuidos a migrantes y se quejó de la cantidad de extranjeros en situación irregular que llegan a las ciudades estadounidenses.
«Tienen que irse. Lo siento. Nadie puede sobrevivir» con esta cantidad de migrantes, afirmó en un mitin.
«Rescataré cada localidad, y cada localidad petrificada, aunque no los tengan, porque saben que vienen», añadió.
Volvió a prometer que para acelerar las expulsiones de las pandillas Tren de Aragua y MS-13 invocará una ley de 1798.
Los republicanos acusan a los demócratas de no hacer lo suficiente para impedir los cruces fronterizos ilegales en la frontera con México.
Harris esquivó la pregunta sobre si quiere construir un muro fronterizo como el que empezó Trump.
«Quiero fortalecer nuestra frontera», contestó tras decir que él «en realidad no hizo gran cosa» durante su mandato.
– «Necesitaba una oración» –
La vicepresidenta confirmó que cuando el presidente Joe Biden la llamó en julio para decirle que le pasaba el testigo ella llamó a un pastor.
«Necesitaba ese tipo de conexión espiritual, necesitaba ese consejo, necesitaba una oración», comentó.
Fue «reconfortante para mí», afirmó, y añadió que ella reza todos los días, «en ocasiones dos veces al día».
El jueves Harris, de 60 años, participará en Atlanta, en el estado de Georgia, en el primer acto de campaña con el expresidente Barack Obama. Y contará con el rockero Bruce Springsteen, apodado «El jefe».
El sábado hará campaña con Michelle Obama, esta vez en Michigan.