Más de 1.200 personas fueron asesinadas en el tercer trimestre en Haití por la violencia de las pandillas y en su combate, según un informe de la ONU en el país caribeño que también alerta de la «evidencia persistente» de ejecuciones sumarias por la policía.
Según la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH, por sus siglas en inglés) entre julio y septiembre 1.223 personas fueron asesinadas y otras 522 resultaron heridas en el «marco de la violencia de las pandillas y la lucha contra estas mismas pandillas». Otras 170 fueron secuestradas.
En este periodo, al menos 59 menores fueron asesinados o resultaron heridos.
El equipo de la ONU también reportó al menos «106 ejecuciones extrajudiciales o arbitrarias» perpetradas por responsables de las fuerzas de seguridad: 96 son imputables a la Policía Nacional de Haití y 10 al Comisario del Gobierno de Miragoâne.
Entre las víctimas figuran seis menores de alrededor de 10 años, señala el informe.
Según estos datos, las pandillas responden por el 47% de las víctimas, seguidas por las fuerzas de seguridad (45%) encargadas de hacer cumplir la ley y el orden, y el resto (8%) son producidas por los grupos de «autodefensa» y el movimiento de «justicia popular», conocido como Bwa Kalé.
Otro informe de la ONU publicado el lunes, señalaba la capacidad de adaptación de las pandillas ante el despliegue de la misión internacional de apoyo a la policía haitiana, que cuenta actualmente con unos 400 policías kenianos.
Ante la llegada de dicha misión, las pandillas lanzaron también «una activa campaña de reclutamiento» (para llegar a unos 5.500 miembros), en particular de niños, que según Unicef representan ahora hasta el 50% de sus integrantes.
Los hombres representan el 80% de las víctimas, las mujeres el 17% y los menores el 3%, según el informe de BINUH que precisa que la mayoría de estos abusos fueron documentados en la zona metropolitana de Puerto Príncipe y los departamentos de Artibonite y Grand’Anse.
La oficina de la ONU está preocupada también por la violencia sexual de las pandillas contra mujeres y niñas. «Algunas fueron asesinadas después de ser violadas», asegura.
Aunque estos datos suponen una caída del 32% del número de víctimas en general con relación al primer trimestre, suponen un aumento de alrededor del 27% en el segundo trimestre. También muestran un descenso significativo de los secuestros, con una caída superior al 60% por segundo trimestre consecutivo.
Ante la inseguridad y violencia que sufren los haitianos, el informe recomienda a la comunidad internacional que siga manteniendo a Haití en la agenda y acelere el despliegue completo de la misión multinacional.