Donald Trump ha cubierto de elogios este jueves a los latinos y Kamala Harris los corteja con la ayuda de Jennifer Lopez, Maná y los Tigres del Norte pero les advierte que lo importante «no es solo lo que dice» su rival republicano, sino lo que hará.
«Quedan cinco días para una de las elecciones más trascendentales de nuestra vida», afirmó la vicepresidenta demócrata en un mitin en Phoenix, Arizona, en el que actuaron los Tigres del Norte, un grupo muy popular entre los mexicanos.
Les dijo que su rival republicano, el expresidente Donald Trump, transmite un mensaje «lleno de odio y división».
«Insulta a los latinos, chivo expiatorio de los inmigrantes, y no es solo lo que dice, es lo que hará. Si es elegido, puedes estar seguro de que volverá a implementar las políticas de separación familiar, solo que en una escala mucho mayor que la última vez», añadió.
Se refiere a la política de «tolerancia cero» aplicada por Trump de 2017 a enero de 2021, por la que miles de niños fueron separados de sus familias para desalentar la llegada masiva de migrantes sin visa por la frontera con México.
Por la noche Harris dará un mitin en Nevada que contará con la actuación de la banda mexicana Maná. La diva del pop Jennifer Lopez, con 250 millones de seguidores en las redes sociales, pronunciará un discurso.
Trump también trató de ganarse a los latinos, pero con alabanzas.
«Amo a los hispanos. Son muy trabajadores y emprendedores, y son grandes personas. Y son cariñosos, a veces demasiado cariñosos, si quieren que diga la verdad», soltó en Nuevo México, un estado que según las encuestas votará por Harris.
Pero el discurso se centró como es usual en su retórica antimigrante.
«Los migrantes ilegales que llegan a este país matan gente todos los días» y «están desatando una violenta ola de asesinatos por todo Estados Unidos», afirmó sin pruebas.
Ni palabra sobre la última polémica de la campaña que estalló después de que el magnate dijera que protegerá a las mujeres «les guste o no».
Según las encuestas existe una brecha electoral entre mujeres y hombres. Las primeras apoyan a Harris y ellos se inclinan por Trump.
Por eso Harris, muy implicada en la defensa del derecho al aborto, consideró «muy ofensivas» las declaraciones de su rival.
Más de 60 millones de estadounidenses ya votaron por anticipado en estas elecciones muy reñidas en las que cada voto cuenta.
Los latinos suelen votar por los demócratas pero en los últimos años los republicanos han acortado la ventaja.
La última encuesta del New York Times/Siena otorga a la vicepresidenta un 52% de intención de voto entre los hispanos frente al 42% de su rival republicano.
– Polémicas –
A pocos días de las elecciones las polémicas se encadenan.
El miércoles Trump se subió a un camión de la basura y dio un mitin con chaleco naranja y amarillo fosforescente para protestar contra el presidente Joe Biden por haber llamado «basura» a sus seguidores.
Lo hizo para sacar ventaja de un desliz a pesar de que Harris se desmarcó del comentario y Biden precisó que se refería a «la retórica odiosa» de un humorista pro-Trump que afirmó en un mitin que Puerto Rico es como una «isla flotante de basura».
El comentario ha sentado fatal a los puertorriqueños, que no pueden votar si residen en la isla, pero sí cuando viven en los estados continentales.
Y sigue dando de que hablar. El artista Nicky Jam revocó su apoyo a Trump.
El equipo de campaña de Harris sacó un nuevo anuncio en español sobre el chiste ofensivo. Una voz en off dice: «El 5 de noviembre Trump descubrirá que la basura de una persona es el tesoro de otra».
Últimamente los demócratas han multiplicado los anuncios en todo tipo de medios en español, inglés y spanglish para llegar a los latinos. En uno de los últimos apuesta por la cumbia para decir «Kamala es buena gente, no caigas en la trampa, no votes por el trompas, no se equivoque compa…»
A medida que se acercan las elecciones, aumenta la preocupación por una posible impugnación de los resultados, e incluso un estallido de violencia, si a Trump se le escapa de las manos la victoria.
El expresidente nunca reconoció su derrota en 2020 y ya ha comenzado a hablar de «trampas» en Pensilvania, uno de los estados más codiciados, en el noreste del país.
Este jueves concederá una entrevista al comentarista conservador Tucker Carlson más tarde en Arizona.