Estados Unidos pidió este martes a los líderes de Haití que garanticen la credibilidad de su labor por encima de sus intereses personales, tras la sustitución del primer ministro del país caribeño en plena lucha por el control del gobierno.
«Las necesidades agudas e inmediatas del pueblo haitiano exigen que el gobierno de transición dé prioridad a la gobernabilidad por encima de los intereses personales enfrentados de los actores políticos», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Washington, que financia en gran parte la fuerza internacional de seguridad desplegada este año en Haití para frenar la violencia de las pandillas, aseguró que trabajará con el nuevo primer ministro, Alix Didier Fils-Aimé.
Este empresario de 52 años asumió el cargo el lunes en sustitución de Garry Conille, destituido por el consejo presidencial de transición haitiano con el que estaba enfrentado.
Para evitar un conflicto político similar, Estados Unidos pidió al consejo y a Fils-Aimé «delimitar claramente» las responsabilidades de cada uno.
«También es imperativo promover la rendición de cuentas dentro del consejo presidencial de transición para mantener la credibilidad ante el pueblo haitiano y la comunidad internacional», añadió Miller.
Antes de ser destituido, Conille, que apenas estuvo cinco meses en su cargo, había reclamado la renuncia de tres de los nueve miembros del consejo implicados en un escándalo de corrupción.
El ex primer ministro cuestionó en un primer momento la legalidad de su reemplazo, pero este martes acabó deseando «éxito» a su sucesor en un mensaje publicado en la red social X.
– Prohibición de vuelos –
El cambio de primer ministro abre un nuevo periodo de incertidumbre en Haití, que no ha tenido ningún dirigente electo desde el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021, y que lleva décadas sumido en la pobreza y la inestabilidad política.
Coincide además con un repunte de la violencia de las pandillas que controlan más del 80% de Puerto Príncipe, así como las principales carreteras del país.
La inseguridad en la capital haitiana volvió a quedar de manifiesto el lunes, cuando un avión de la aerolínea estadounidense Spirit Airlines recibió disparos mientras aterrizaba en el aeropuerto internacional de la ciudad.
El incidente llevó al regulador de la aviación estadounidense (FAA) a prohibir este martes por 30 días todos los vuelos civiles de Estados Unidos a Haití.
Varias pandillas, acusadas de asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros, se unieron en febrero para derrocar al impopular primer ministro Ariel Henry.
Y los esfuerzos por detener esos grupos, bien armados y organizados, apenas han logrado éxitos a pesar de las promesas de los dirigentes haitianos y del despliegue de una fuerza internacional, compuesta por unos 400 policías y militares.
– Crisis humanitaria –
Este lunes y martes, varios barrios de Puerto Príncipe volvieron a ser escenario de tiroteos.
La capital funciona al ralentí, con numerosas escuelas y el aeropuerto cerrados, indicó un corresponsal de la AFP.
Varios empleados del aeropuerto indicaron a la AFP que no regresarán al trabajo hasta el 18 de noviembre.
Según Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, «la escalada de violencia está empeorando una situación humanitaria ya de por sí grave» en el país caribeño, de unos 11,6 millones de habitantes.
Entre enero y junio de 2024, hubo más de 3.600 homicidios y 1.100 secuestros en Haití, de acuerdo con un informe reciente de la ONU.
La violencia obligó a más de 700.000 personas -la mitad de ellas niños- a abandonar sus hogares, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).