El mar y el océano son términos que a menudo usamos indistintamente, pero en realidad, existen diferencias clave en su tamaño, ubicación y características geográficas.
A menudo usamos «mar» y «océano» como sinónimos, aunque existen diferencias importantes entre estos cuerpos de agua. En el lenguaje cotidiano, ambos términos se refieren a grandes extensiones de agua salada, pero geográficamente presentan características que los distinguen. Conocer estas diferencias puede ayudarnos a entender mejor la estructura de nuestro planeta y la organización de sus aguas.
Diferencias entre mar y océano
Los mares y océanos del planeta se distinguen esencialmente por su tamaño, profundidad, extensión y su conexión con las masas terrestres. Los océanos están interconectados y abarcan una vasta extensión de agua que cubre más del 70% de la superficie de la Tierra.
Los mares son más pequeños que los océanos y suelen estar ubicados en el punto de encuentro entre la tierra y el océano. Normalmente, los mares están parcialmente encerrados por tierra”, explica el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en ingles).
Los océanos son extensiones de agua mucho más grandes y profundas que tienen una gran influencia en el clima global, en la producción de oxígeno y en la absorción de dióxido de carbono. Hay cinco océanos principales: el Pacífico, el Atlántico, el Índico, el Ártico y el Antártico. Estos cuerpos de agua rodean los cinco continentes y son esenciales para el equilibrio ecológico, ya que albergan una rica biodiversidad y juegan un papel clave en los ciclos atmosféricos.
Los océanos también están sujetos a corrientes marinas y fenómenos que influyen en los ecosistemas globales.
Un mar, a diferencia de un océano, es una masa de agua más pequeña y generalmente se encuentra parcial o completamente rodeada por tierra. Aunque los mares están conectados con los océanos, tienen características que los distinguen, como una menor profundidad y una mayor influencia de factores geográficos, como ríos cercanos o el tipo de fondo marino.
Ejemplos son el Mar Mediterráneo, el Mar Caribe o el Mar de Japón. Estos, aunque grandes, no tienen la magnitud ni el alcance de los océanos. La diferencia también se refleja en la salinidad y las corrientes de agua. Los mares pueden tener una salinidad más alta o más baja dependiendo de su cercanía con los ríos, mientras que los océanos suelen mantener una salinidad más estable.
En el mundo, existen más de 50 mares, entre las cuales destacan el Mar de Cortés y el Mar del Norte. En contraste, los océanos, aunque menos numerosos, ocupan un lugar más prominente en los mapas del mundo, dada su vastedad y relevancia global.