Hoy se cumple un siglo del paso de la única tormenta tropical registrada en noviembre en la República Dominicana. Este fenómeno tocó tierra por Puerto Plata el 28 de noviembre de 1934, marcando un hito en la historia meteorológica del país debido a su trayectoria inusual y su impacto en la región.
El ciclón de noviembre de 1934
El sistema se formó el 20 de noviembre de 1934 en el Atlántico, al noreste del país. Tras días de desplazamiento por aguas abiertas, descendió hacia la costa norte, ingresando al territorio dominicano como tormenta tropical. Su recorrido lo llevó a cruzar la isla, debilitándose a una depresión tropical antes de salir por Elías Piña hacia Haití. Posteriormente, continuó su trayecto hacia Jamaica, donde finalmente se disipó tras generar lluvias y tormentas eléctricas.
Este ciclón fue uno de los 13 sistemas registrados en la temporada ciclónica de 1934, caracterizada por una alta actividad con siete huracanes y seis tormentas tropicales.
Registros históricos y singularidad
El Instituto Dominicano de Meteorología (INDOMET) documenta este evento como el único ciclón que ha tocado tierra en noviembre desde que se tienen registros, un hecho que subraya su particularidad en los últimos 100 años.
Cambios en noviembre
Aunque noviembre ha sido un mes lluvioso en las últimas décadas, estas precipitaciones no se han vinculado a ciclones tropicales. En lo que va del siglo XXI, el país no ha enfrentado impactos directos de ciclones en este mes, a pesar de la creciente actividad ciclónica global. En 2024, por ejemplo, la temporada ha producido 19 ciclones tropicales, incluidos tres formados en noviembre (Patty, Rafael y Sara), ninguno con efectos directos sobre el territorio dominicano.
Reflexión y avances
La temporada ciclónica de 1934, en un contexto de limitados avances tecnológicos, presentaba desafíos para el monitoreo y la previsión de estos fenómenos. Hoy, los avances en meteorología y los sistemas de alerta permiten a la República Dominicana anticipar con mayor precisión estos eventos, tomando medidas para mitigar su impacto.
Este centenario recuerda la necesidad de continuar fortaleciendo la preparación ante fenómenos naturales, especialmente frente a los cambios climáticos que podrían alterar los patrones de actividad ciclónica tradicionales.