La víctima caminaba sola cuando el asaltante la interceptó, maniobrando su motor con destreza para no desmontarse en ningún momento. Al intentar arrebatarle la cartera, la mujer opuso resistencia, mostrando valentía ante la amenaza.
Sin embargo, el atracador sacó un cuchillo, intimidándola mientras mantenía el equilibrio sobre el motor. Frente al peligro, la mujer se vio obligada a ceder su pertenencia para salvaguardar su vida.
Un problema recurrente
Este tipo de asaltos se han vuelto frecuentes en todo el país, dejando a los transeúntes en constante estado de alerta. La falta de patrullaje en ciertas áreas y la rapidez con la que los atracadores pueden escapar en sus vehículos dificultan la captura de los responsables.
Este lamentable hecho es un recordatorio de la vulnerabilidad que sienten muchas personas al transitar por las calles en República Dominicana y del urgente llamado a proteger a los más indefensos. Mientras tanto, la comunidad insta a estar alerta y denunciar cualquier actividad sospechosa.