El decomiso de 9.5 toneladas de droga en el puerto multimodal Caucedo, anunciado como el mayor cargamento incautado en la región, ha desatado una serie de interrogantes sobre la operación y la coordinación entre las autoridades dominicanas e internacionales.
Durante una rueda de prensa, Rolando Rosado Mateo, exdirector de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y representante del partido político Fuerza del Pueblo, planteó inquietudes clave que aún no han sido esclarecidas del todo por las autoridades.
¿Participó la DEA en la operación?
La primera pregunta que surge, según Rosado Mateo, es si la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA siglas en ingles) tuvo alguna participación en esta incautación. Aunque el presidente Luis Abinader Corona afirmó que la DEA colaboraría con la DNCD para elaborar un informe sobre el caso, en los documentos oficiales de la DNCD no se menciona su intervención.
«Si la DEA no participó en la operación, ¿cómo se les puede pedir que elaboren un informe sobre algo en lo que no estuvieron involucrados?», cuestionó el exdirector, quien calificó esta situación como una contradicción.
¿Trabajo de inteligencia o casualidad?
Otro punto resaltado por Rosado Mateo es si el decomiso fue resultado de un patrullaje rutinario o de un trabajo de inteligencia previa. Según el comunicado emitido por la Dirección Nacional de Droga (DNCD), los agentes detectaron movimientos inusuales mientras patrullaban el área en el Puerto Caucedo. Sin embargo, se menciona también que la operación se realizó tras recibir información de inteligencia.
«Si hubo inteligencia previa, a estas alturas deberíamos conocer quiénes recibieron, almacenaron y planeaban trasbordar la droga en el país», señaló Rosado Mateo, enfatizando la necesidad de una respuesta clara más clara.
Discrepancias en los detalles de los contenedores
Las diferencias en las versiones sobre los contenedores también causan confusión. El informe inicial de la DNCD indica que se encontraron dos contenedores: uno vacío y otro cargado de guineos. No obstante, en otro punto del documento, se afirma que en ambos contenedores se hallaron los 320 sacos de droga.
«¿En cuál de los dos contenedores estaba realmente la droga?», preguntó Rosado Mateo. Además, se cuestionó cómo fue posible trasladar un cargamento tan grande sin que las autoridades locales o internacionales lo detectaran antes.
Divergencias en la cantidad de droga incautada
Otro aspecto que fue resaltado es la discrepancia en el peso total del alijo. Según el informe inicial de la DNCD, se incautaron 9,588 kilos de cocaína. Sin embargo, días después, la Procuraduría General de la República ajustó la cifra a 9,889 kilos.
«¿Cómo explican una diferencia de 300 kilos en la droga, especialmente después de que ya fue incinerada?», planteó Rosado Mateo, calificando esta situación como una muestra de falta de coordinación entre las instituciones responsables.
¿Cuál era el destino final de la droga?
De acuerdo con las autoridades, la droga llegó desde Guatemala en un contenedor de banano y sería trasladada a otro contenedor vacío con destino a Bélgica. Sin embargo, esta versión no ha sido respaldada con pruebas claras ni se han identificado a los responsables del trasiego.
«Si los narcotraficantes estaban listos para transferir el cargamento, ¿por qué aún no se han identificado ni detenido a los responsables?», añadió el exdirector de la DNCD.