Con un salario de RD$7,000 que recibía como mensajero de una empresa inmobiliaria, vivía “a todo dar” en una lujosa residencia ubicada en un sector de clase alta en la ciudad de Santiago y conducía vehículos de alta gama. Se trata de Joel Sosa Polanco, a quien justo el día de celebración de la Nochebuena, un juez envió a prisión preventiva por 18 meses, imputado de narcotráfico.
Detalla el periodico HOY, que Sosa Polanco, a quien en su círculo cercano apodan “P-sosa, Manteca y/o Panano”, es según el Ministerio Público parte de los familiares con los que Erick Randhiel Mosquea Polanco conformó la organización criminal desmantelada mediante la Operación Falcón.
Según la solicitud de medida de coerción, Sosa Polanco “cumplía varias funciones en la estructura de crimen organizado que logró introducirse en la economía a través de los sectores inmobiliario y agrícola, “Dealers”, estaciones de expendio de combustibles, joyerías y otros.
Indica que una de sus responsabilidades “era servir como testaferro del líder” de la organización, prestando su nombre para registrar vehículos que eran utilizados para llevar a cabo las tareas esenciales para el tráfico internacional de sustancias controladas.
También “recibir, movilizar, transportar e ingresar en la economía local las sumas percibidas por Erick Randhiel.
Sosa Polanco fue identificado, localizado, arrestado y extraditado desde Colombia, junto a su primo y cabecilla de la organización criminal, el extraditable Erick Randhiel, y puesto bajo la acción de la justicia en el país. Durante un allanamiento a su casa en Santiago, las autoridades le incautaron municiones y otros artefactos para fusil M-16, varias porciones de distintas drogas, vehículos y documento que demuestran su vínculo con la estructura, dijo la PGR.