El proyecto malasio de pintura fotoluminiscente representa una solución innovadora que podría revolucionar la seguridad vial en República Dominicana, particularmente en arterias principales como la autopista Duarte, la Circunvalación de Santo Domingo y la carretera Sánchez.
Estas vías, a menudo transitadas bajo condiciones de baja visibilidad, podrían beneficiarse enormemente de una tecnología que mejora la seguridad nocturna.
En el caso de la autopista Duarte, que conecta importantes provincias y es clave para el comercio y la movilidad nacional, esta tecnología ayudaría a reducir los accidentes causados por la falta de iluminación en algunos tramos.
Las estadísticas de accidentes en esta vía muestran que la visibilidad limitada es un factor recurrente, especialmente en las horas nocturnas. Con la pintura fotoluminiscente, se lograría un guiado más claro para los conductores, incluso en condiciones adversas como lluvia intensa.
Retos de implementación en el país
Sin embargo, el costo elevado de esta tecnología plantea desafíos importantes. Con un precio aproximado de 10,224 pesos dominicanos por metro cuadrado, sería necesario priorizar los tramos de mayor riesgo o tránsito en un primer piloto. Una posible solución sería combinar recursos del sector privado, como aseguradoras y concesionarias de peajes, con fondos públicos para garantizar la viabilidad económica del proyecto.
Además, implementar esta tecnología en República Dominicana requeriría un estudio técnico detallado para evaluar su durabilidad bajo las altas temperaturas y la humedad característica del clima tropical. También sería fundamental educar a los conductores sobre cómo esta mejora visual podría complementar otras medidas de seguridad vial existentes.
Un paso hacia la innovación
La adopción de soluciones como la pintura fotoluminiscente no solo fortalecería la seguridad vial, sino que también posicionaría a República Dominicana como un referente en innovación en infraestructuras públicas en la región del Caribe. Si bien el costo inicial es significativo, los beneficios a largo plazo en términos de vidas salvadas, reducción de accidentes y mejora de la experiencia del conductor justificarían la inversión.
Este proyecto podría ser un primer paso hacia un modelo de carreteras inteligentes, que aprovechen tecnologías avanzadas para ofrecer a los dominicanos una experiencia vial más segura y eficiente.