Este lunes se cumple un mes del histórico decomiso de drogas realizado por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) en el Puerto Multimodal Caucedo, una operación que terminó en la incautación de 9.8 toneladas de cocaína, que representa la cantidad récord en la historia de la República.
Luego de revelado, la posición asumida por las autoridades dominicanas son las promesas dadas por el presidente Luis Abinader respecto a un informe en conjunto con la Administración de Control de Drogas (DEA, en inglés) del cual no se conocen detalles.
Asimismo, el Ministerio Público investigaba a 15 personas relacionadas con el sonado caso, pero es el momento en que la solicitud de medida de coerción contra los involucrados no se ha depositado ante la Oficina de Atención Permanente.
En contraposición, las declaraciones de Guatemala y Honduras, desligándose de la responsabilidad de los contenedores intervenidos. Los primeros, en palabras del mandatario Bernardo Arévalo, refieren que la contaminación tuvo lugar en República Dominicana; en tanto, los segundos, que el cargamento no tocó sus puertos.
Conocen decomiso
Detalla Carlos Moreta en el Listin Diario que cuando se produjo el destape de la intervención del alijo, el vocero de la DNCD, Carlos Devers, estableció en 250 millones de dólares el valor de la cocaína.
En la intervención a nombre de la entidad, adelantaba que las sustancias narcóticas fueron halladas en un contenedor de bananos que arribó procedente de Guatemala, mientras que los paquetes de su interior serían transferidos a otro con destino a Bélgica.
Siguiendo las instrucciones de fiscalía, interceptaron 320 sacos que contenía la suma de 9.8 toneladas drogas, en una operación comandada por agentes de las direcciones Nacional de Control de Drogas (DNCD) y General de Aduanas (DGA), además de cuerpos de inteligencia del Estado y la Seguridad Militar de Puerto Caucedo.
Guatemala se aparta
A dos días de la incautación, el Gobierno de Guatemala, a través de un comunicado del Ministerio de Gobernación (Interior), aseguraba que el cargamento no contenía sustancias ilícitas al salir de ese país.
Eso porque el contenedor habría sido revisado «a través de tecnología de scanner», por lo que «no presentaban ilícitos» y, por tanto, fue catalogado como «no sospechoso». Puntualizaron que la embarcación partió de Veracruz, México, y luego arribó a Puerto Barrios, en la costa guatemalteca al océano Atlántico, donde «incorporó carga local».
Después la nave enfiló a Puerto Cortés en Honduras y finalmente al Puerto Multimodal Caucedo, en Boca Chica, Santo Domingo, República Dominicana, donde decomisaron las drogas.
En esa tesitura, sucedieron las afirmaciones del presidente Bernardo Arévalo de León acerca de que el cargamento fue contaminado con las sustancias en suelo dominicano. “Ya quedó claro que la contaminación tuvo lugar en la República Dominicana y que aquí las luchas de seguridad siguen firmes en la lucha contra el narcotráfico”, dijo al ser cuestionado por periodistas.
Las contradicciones de Honduras
Tras vincularse en la responsabilidad del cargamento, las autoridades hondureñas se desligaron del hecho mediante un comunicado de Aduanas de Honduras, negando que el contenedor pisara alguno de sus puertos.
“Según informe, registros y trazabilidad de la carga de la Unidad de Control de Contenedores (UCC) de Aduanas de Honduras, certifica por la Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito (ONUDC), los contenedores donde fue encontrada la supuesta droga no tocaron suelo, ni puertos hondureños”, escribieron.
Sin embargo, en el ínterin de un día, la Dirección General de la Marina Mercante de Honduras (DGMM) contradijo la primera declaración de la fuente oficial. Expresaron que a través de un control, monitoreo y vigilancia marítima se verificó que el buque con el contenedor sí realizó una escala en Puerto Cortés de ese país.
“El contenedor fue cargado en el buque SCORPIUS, de bandera Liberiana y con número IMO 9307279, el cual zarpó con destino a Puerto Caucedo, en la República Dominicana. Durante su recorrido, el buque realizó una escala en Puerto Cortés de Honduras. Sin embargo, el contenedor HLBU9354083 no fue desembarcado en dicha instalación portuaria, continuando su ruta hacia Caucedo, en el país caribeño”, dice el comunicado.
Colombia en el relato
Un cuarto país entró en el relato con las afirmaciones del presidente de Colombia, Gustavo Petro, referente a que las toneladas de cocaína incautada provenían de grupos armados de la región selvática del Catatumbo. Y nuevamente, reaviva los misterios de la ruta de la droga.
Petro, quien compartió estas declaraciones a través de su cuenta de la red social X, añadió que este decomiso se llevó a cabo con ayuda de la inteligencia de la Policía Nacional colombiana.
“Con ayuda de la inteligencia policial de Colombia, se han incautado 9.5 toneladas de cocaína en República Dominicana. La droga provenía de grupos armados del Catatumbo”, aseguró el mandatario el 29 de diciembre pasado.
El pasado nueve de diciembre, a tres días de producido el decomiso, las autoridades dominicanas incineraron los 9,889 kilogramos de cocaína en las instalaciones de la sede de la Primera Brigada de Infantería del Ejército de la República Dominicana, ubicada en el municipio Pedro Brand.
La quema de estos elementos levantó la crítica en los opositores del Gobierno, teniendo la rueda de prensa del expresidente de la DNCD y actual vicesecretario del Partido Fuerza del Pueblo (FP), Rolando Rosado Mateo, en la que dijo: “Este es un tiempo récord que despierta muchas interrogantes. ¿Por qué la prisa en destruir una evidencia tan importante? Es importante que las autoridades ofrezcan respuestas claras”.
