El consumo de cocaína progresó en Francia, donde 1,1 millones de personas la consumieron al menos una vez en 2023, indicó este miércoles un estudio del Observatorio Francés de Drogas y Tendencias Adictivas (OFDT).
Según el anterior estudio de la OFDT publicado en 2022, Francia contaba con 600.000 consumidores. Varios factores explican que se haya casi duplicado el número, situando a Francia en el 7º país europeo en términos de consumo.
La producción mundial nunca fue tan alta en los tres principales países productores –Colombia, Bolivia y Perú– con 2.700 toneladas de cocaína en 2022 contra 1.134 en 2010, según la Agencia de la ONU contra la Droga.
Las autoridades francesas incautaron así 23,5 toneladas en 2023, contra 4,1 en 2010. En los 11 primeros meses de 2024, los servicios franceses de lucha antidrogas se decomisaron casi 47 toneladas.
Otro factor de consumo es «la evolución de las condiciones de trabajo, con trabajadores activos que la usan para ‘aguantar’ ritmos intensos (restauración) o condiciones difíciles (pescadores)», según Ivana Obradovic, de la OFDT
El aumento también se explica por la «diversificación de las formas de consumo», con la difusión del crack, y por la «banalización» de la sustancia, que se percibe como más familiar y «menos peligrosa», agrega Obradovic a la AFP.
Aunque el precio del gramo se mantuvo casi estable a 60 euros (61,8 dólares al cambio actual) en 2011 contra 66 euros (68 dólares) en 2023, su pureza pasó del 46% en 2011 al 73% en 2023.
«Los mayores aumentos de experimentación y consumo durante el año se registraron entre los adultos jóvenes», sobre todo en el caso de los estimulantes como la cocaína y el éxtasis/MDMA, comenta Obradovic.