El Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente, INSAPROMA y el Comité Nacional de Lucha contra el Cambio Climático, CNLCC, alertaron al pueblo dominicano del peligro inminente de la construcción de una gigantesca presa de cola en la comunidad del Naranjo, municipio de Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, que dejará sin agua a toda la región y de colapsar ocasionaría numerosas víctimas letales.
Plantearon que los datos precisos que ofrece el experto estadounidense en presas de relaves y minería, Steven Ememerman, son altamente preocupantes.
Dijeron que el doctor Emerman con más de 31 años de experiencia en esta área, asegura que la presa El Llagal si colapsa, sus lodos tóxicos recorrerán hasta 101 kilómetros deteniéndose en la paradisíaca bahía de Samaná, porque penetrarían en el Océano.
“En el análisis que el doctor Emerman hace al Estudio de Impacto Ambiental, EIA, de la empresa Barrick Pueblo Viejo para construir una nueva presa de cola de relave en el Naranjo, Cotuí, resalta que tiene una dimensión de tres kilómetro de ancho, tres veces más grande que la presa El Llagal, con 157 metros de altura para almacenar 344.7 millones de toneladas de relaves combinados y 452.7 millones de rocas estéril potencialmente generadoras de ácidos”, describieron.
Señalaron las entidades que llama la atención que las autoridades hayan otorgado permiso para iniciar la construcción de la presa, cuando el ecosistema dominicano no soportaría una presa de desechos tóxicos y ácidos de 797.4 millones de toneladas de desechos.
Trágicas consecuencias de la ruptura de la presa de relave
Manifestaron que el doctor Emerman advierte en su informe que un colapso o falla de presas con una altura de 157 metros y un almacenamiento de 278 millones de metros cúbicos de relaves combinados, resultará en el transporte de la inundación de relaves por 227 kilómetros durante el evento inicial, 5 horas, eso es con 278 millones de toneladas de desechos.
En su informe el doctor Emerman describe que los relaves derramados fluirán hacia el norte por el río Maguaca hasta la confluencia con el río Yuna y luego continuarán fluyendo hacia el norte por el río Yuna hasta llegar a la bahía de Samaná, comentaron.
Indicaron que el informe calcula los tiempos de llegada de la inundación de relaves y los caudales pico que ascenderán hasta 38,700 metros cúbicos por segundo, y las profundidades de la inundación de relaves que alcanzarán hasta 22.4 metros.
Uno de los grandes peligros que plantean INSAPROMA y CNLCC es que la nueva presa de cola estará a 840 metros de distancia de la presa El Llagal, menos de un kilómetro, o sea una al lado de la otra.
“Si se suman los millones de toneladas de la presa de desechos tóxicos de El Llagal y de la nueva presa, estaríamos hablando de alrredor de mil millones de toneladas de desechos tóxicos, lo que destruirá la agricultura y el turísmo en República Dominicana, sin hablar de las enfermedades y las muertes inmediatas que producirá, si estas estructuras colapsan”, opinaron.
Las organizaciones recordaron el antecedente ocurrido en Brasil en el año 2019, cuando colapsó una presa de relave falleciendo 270 personas, de los cuales 257 eran empleados de la minera.
“A causa de esta tragedia, a partir del 2020, el estándar Internacional para presas de relaves, exige unos requisitos de distancia de poblaciones siendo la opción menos dañina que en la actualidad ha sido incorporada a la ley en Brasil, manda que se imponga una distancia de 10 kilómetros de la población más cercana para construir una presa de relave”, informaron.
Sin embargo, observaron, que aquí en el caso de la presa El Llagal residen personas a 100 ó 150 metros debajo del muro de la presa, que desde hace 12 años reclaman que los reubiquen.
Solución de presa de tajo abierto
Sugirieron a las autoridades que se adopte la propuesta del doctor Emermán de utilizar presa de tajo abierto que consiste en rellenar los huecos abiertos por la explotación ya agotada, en vez de la presa de relave como desea Barrick Gold.
Explicaron que esta solución costaría tres veces menos que la opción de presa de relave y sería mucho menos dañina.
Igualmente se opusieron al decreto 270-22 que cede a la empresa Barrick Gold casi 50 mil tareas de terreno equivalente a más de treinta y un millón de metros cuadrados con las comunidades dentro.
Expresaron su sospecha de que en estos terrenos cedidos por el decreto 270-22 a la empresa extranjera existe un yacimiento de oro, plata y cobre. “Si este fuese el caso, antes de hacer esta concesión, el Congreso Nacional debe reformular el actual contrato o hacer uno nuevo”, precisaron.
El pueblo tiene derecho a decidir
Las instituciones altamente preocupadas llaman a un diálogo transparente con el pueblo que incluya al presidente de la República, Luis Rodolfo Abinader Corona, el presidente del Senado y de la Cámara de Diputados, pues se trata de un tema país.
“En esta mesa se debe discutir cuál es la mejor solución entre la construcción de una presa de relave o una presa de tajo, y mientras se tome la decisión definitiva, el presidente Abinader debería dejar sin efecto jurídico el decreto 270-22, en espera de esta decisión”, estimó.
Reclamaron la reubicación y el pago justo de todas las comunidades que están siendo afectadas por las operaciones mineras de Barrick Pueblo Viejo en la actualidad, independientemente de que la presa de desechos tóxicos se construya o no.
Recomendaron también la renegociación del contrato de la Barrick Gold con el gobierno para que los beneficios económicos se repartan de manera equitativa entre el pueblo dominicano que es el dueño del oro y la minera Barrick Gold, y para que el pasivo ambiental sea asumido por la minera en su totalidad a su costo, conforme lo dispone la constitución y las leyes.
Exigieron que se cumpla con el mandato legal del artículo 117 párrafo de la Ley No. 64-00 que ordena que se le entregue el 5% de los beneficios de la explotación minera a los municipios aledaños a la explotación.