El jurista y politólogo doctor Belarminio Ramírez Morillo alertó al Senado de la República para actúe con cautela extrema en lo relativo al régimen electoral.
El experto en Derecho Electoral considera que abrir las compuertas a las candidaturas al margen de los partidos políticos y movimientos podría conducir a «servir en bandejas de plata al narcotráfico las plazas electorales provinciales y municipales con menos población electoral y mayor índice de pobreza.
El académico recuerda a los senadores que el voto preferencial se estableció para mejorar la legitimidad social y calidad representación, pero sin embargo, el resultado fue diferente, ya que incrementó el clientelismo, la influencia del dinero en la política y deterioró la calidad de la representación.
«Establecer candidaturas independientes al margen de partidos y movimientos facilitaría que las plazas provinciales que se ganan con menos de 30 mil votos y los municipios que se ganan con menos de 10 mil votos sean tomados fácilmente por marcas financiadas por el narcotráfico, lavado, corrupción y dinero sucio» subrayó el autor del libro La democracia enferma -entre la antipolítica y la desafección-.
En el 1997 al establecer el voto preferencial caímos en una trampa y no debemos repetir el mismo error en el 2025: «en el sistema electoral el propósito de garantizar Derechos ciudadanos puede terminar beneficiando intereses oscuros. El Senado de la República debe manejar con mucha cautela este tema de las candidaturas independientes. Abrir esa compuerta como manda la Sentencia 0788/24 del Tribunal Constitucional más que facilitar la llegada de activistas sociales, comunitarios y profesionales con sanos propósitos al Congreso Nacional y los Gobiernos Municipales, lo que haría es servir en bandeja plata las plazas electorales con más pobreza y menos electores a la narcopolítica» subrayó el jurista y especialista en Derecho Electoral.
«El interés del jurista Alberto Fiallo al presentar acción directa por ante el Tribunal Constitucional para declarar inconstitucional los artículos 156 y 157 del Régimen Electoral fue sano, como sanos fueron los propósitos de quienes motivamos el voto preferencial en la reforma electoral del 1997» acotó Belarminio Ramírez.
«Cuidado con eso, con la excusa de garantizar derechos de ciudadanía no se debe abrir las compuertas del sistema electoral a las candidaturas independientes» subrayó Belarminio Ramírez.
«Ese derecho a postularse quienes lo utilizarían con más facilidad son los dueños de fortunas abundantes y malhabidas, porque una candidatura competitiva hasta para Regidor en la República Dominicana requiere de millones de pesos» puntualizó el jurista y catedrático universitario.
«Aunque las normas electorales digan otras cosas, una candidatura presidencial, legislativa y municipal es un derecho del que sólo pueden disfrutar los millonarios. Y por lo regular, quienes han hecho una fortuna trabajando no están dispuestos a convertirse en piñatas del clientelismo» puntualizó el autor del libro Derecho Constitucional -control de la Constitución y Derecho Electoral-.
El jurista y politólogo considera que el Tribunal Constitucional se extralimitó al evacuar la Sentencia 0788/24 que cambia el espíritu de los artículos 156 y 157 del Régimen Electoral.
Expresó que si el jurista Alberto Fiallo desea ser Presidente de la República le presta mejor servicio a la democracia si canaliza sus propósitos a través de un partido político.
Con la modificación al artículo 156 el Tribunal Constitucional manda a que la JCE inscriba candidaturas al margen de los partidos políticos, y al mismo tiempo, les da a las organizaciones de la Sociedad Civil, comunitarias y hasta religiosas el status para inscribir candidaturas desde Presidente de la República hasta regidurías expresa Belarminio Ramírez.
Parece que los Jueces del Tribunal Constitucional ignoran que en el Estado Democrático los Partidos Políticos tienen una función y las organizaciones cívicas y comunitarias tienen otras funciones. Permitir a estas inscribir candidaturas, igual como lo hacen los partidos políticos, pero sin tener que cumplir con los procesos internos de competencia, es como «colocar un tumor en el cuerpo electoral» que al principio se ve gracioso, pero puede terminar haciendo sucumbir a la partidocracia, reflexionó el abogado y politólogo.
«Espero que alguien con mucho poder político no se haya vuelto loco como para ejercer influencia en el Tribunal Constitucional en procura de producir una decisión perturbadora del ordenamiento electoral que impacta directamente en el sistema político y que puede devenir en un choque entre Poderes que afecte la institucionalidad democrática» con asombro reflexionó el politólogo y académico Belarminio Ramírez Morillo.