El cese el fuego entre Israel y Hamás en Gaza pende de un hilo después de que el movimiento islamista palestino advirtiera el martes que las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump complican «aún más las cosas» para la tregua en el territorio.
El dirigente republicano amenazó el lunes con desatar un «infierno» en Gaza si no son liberados los rehenes israelíes de aquí al sábado, como marca el acuerdo de tregua que rige desde el 19 de enero.
«Trump debe recordar que hay un acuerdo (de tregua) que ambas partes deben respetar, y que esa es la única forma de hacer regresar a los prisioneros», reaccionó a la AFP Sami Abu Zuhri, uno de los líderes de Hamás.
«El lenguaje de las amenazas no tiene ningún valor y no hace más que complicar aún más las cosas», enfatizó.
Hamás, en el poder en Gaza desde 2007, anunció el lunes que aplazaba de manera indefinida la próxima liberación de rehenes tras acusar a Israel de vulnerar el alto el fuego, mediado por Catar con la ayuda de Estados Unidos y Egipto.
El movimiento islamista aseguró sin embargo que la puerta seguía «abierta» para liberarlos si Israel cumplía efectivamente con sus obligaciones.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó el martes a Hamás a liberar a los rehenes.
«Debemos evitar a toda costa que se reanuden las hostilidades en Gaza, lo que conduciría una inmensa tragedia», escribió en la red social X.
La tregua detuvo más de quince meses de conflicto en la Franja de Gaza y permitió cinco intercambios de rehenes tomados por Hamás el 7 de octubre de 2023 por presos palestinos encarcelados en Israel.
– «Sin desplazar a los palestinos» –
La guerra estalló ese día con el ataque de Hamás en el sur de Israel, que resultó en la muerte de 1.210 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos islamistas también secuestraron a 251 personas, de las cuales 73 siguen en Gaza, incluidas 35 que habrían muerto, según el ejército israelí.
La ofensiva lanzada en respuesta por Israel mató al menos a 48.209 personas en Gaza, también civiles en su mayoría, según datos del Ministerio de Salud del territorio, considerados fiables por la ONU.
Tras el anuncio de Hamás de aplazar la próxima liberación de rehenes, el gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó al ejército prepararse «para cualquier escenario».
El acuerdo de tregua quedó también trastocado por la propuesta de Trump de tomar el control del enclave palestino y desplazar a sus más de dos millones de habitantes a países como Jordania y Egipto.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, instó el martes a reconstruir Gaza «sin desplazar a los palestinos», después de que el Trump amenazara la víspera con interrumpir la ayuda a Egipto y Jordania si se negaban a acoger a los gazatíes.
La tregua permitió hasta ahora la liberación de 21 rehenes, entre ellos 16 israelíes, a cambio de más de 700 prisioneros palestinos encarcelados en Israel.
En total, 33 rehenes israelíes tienen que ser liberados en la primera fase de esta tregua, que concluye el 1 de marzo.
El ejército israelí y el kibutz Kissufim anunciaron el martes la muerte en Gaza del rehén Shlomo Mansour, de 86 años.
La segunda fase de la tregua debe conducir a la liberación de todos los rehenes y al fin definitivo de la guerra, antes de una etapa final dedicada a la reconstrucción de Gaza. Pero las negociaciones sobre la segunda fase aún no han comenzado.