El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se reunirá este viernes en Alemania con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, después del acercamiento entre Donald Trump y Vladimir Putin, que hace temer una solución de la guerra en perjuicio de Kiev.
La primera discusión telefónica entre Trump y Putin para mostrar la voluntad de negociar inmediatamente sobre Ucrania y las declaraciones del presidente estadounidense, aceleraron las iniciativas para poner fin al conflicto desencadenado hace casi tres años por la invasión rusa del territorio ucraniano.
Bajo presión y con una situación militar desfavorable, Zelenski asiste a la Conferencia de Seguridad de Múnich, en Alemania, la reunión anual de la élite diplomática, estupefacta ante la determinación de Washington de forzar las negociaciones con Rusia.
Además de reunirse con Vance, Zelenski tendrá un encuentro con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, que partió en la noche del jueves a Múnich, tras un incidente con el avión que lo trasladaba que retrasó su llegada a Alemania.
En la conversación telefónica Putin, Trump acordó iniciar negociaciones «inmediatas» sobre Ucrania y prometió un encuentro personal con su homólogo ruso.
En la víspera de la conferencia que termina el domingo, Trump sorprendió al anunciar una reunión en Múnich entre «altos cargos de Rusia, Ucrania y Estados Unidos».
Sin embargo, Kiev desmintió la información. «Las conversaciones con los rusos no están previstas», dijo un asesor de Zelenski, Dmitro Litvin.
«La posición ucraniana no cambió. Ucrania debe hablar primero con Estados Unidos», sostuvo.
Trump y su administración también señalaron que Ucrania tendrá que ceder terreno a Rusia y descartaron su ingreso en la OTAN, unas concesiones recibidas con inquietud desde Kiev y sus aliados europeos, que temen verse excluidos del diálogo.
Por su lado, el vicepresidente Vance dijo que la «presión militar» figura entre las herramientas para poner fin a la guerra.
«Hay herramientas económicas de presión, y por supuesto hay herramientas de presión militar», dijo Vance, añadiendo que Washington tendrá muy en cuenta la soberanía de Ucrania.
Tras la consternación causada por la llamada entre Trump y Putin, las autoridades ucranianas reiteran la necesidad de alcanzar una «paz justa» y garantías de seguridad para su país de parte de sus aliados europeos y estadounidense, incluido el envío de tropas para garantizar la paz.
– Desconfiar de Putin –
Zelenski advirtió a sus interlocutores internacionales «de que no se fiaran de las afirmaciones de Putin sobre su disposición a poner fin a la guerra» que inició en febrero de 2022.
El presidente ucraniano también reclamó a Washington, su principal sostén militar, que elabore con ellos «un plan para frenar a Putin» antes de empezar la negociación.
«Mantengan la cabeza fría y no se dejen llevar por las emociones. Los intereses de Ucrania son lo primero y lo seguirán siendo», declaró en Telegram Andrii Yermak, jefe de la oficina presidencial ucraniana.
Pero los planes de Washington parecen muy lejanos a los de Kiev. La administración Trump reitera que no le parece realista un ingreso de Ucrania a la OTAN ni un regreso a las fronteras de 2014, cuando Rusia anexó a su territorio la península de Crimea.
Moscú por su parte, deslizó que además de mantener las zonas ocupadas de Ucrania, también quiere hablar de sus «preocupaciones» de seguridad en Europa, es decir, la presencia de la OTAN en sus fronteras.
– «Vuestro problema» –
El acercamiento Washington-Moscú dejó fuera de juego a los aliados europeos de Kiev, que reivindican su lugar en la negociación, especialmente teniendo en cuenta que Trump quiere que asuman la seguridad futura de Ucrania.
El jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, rechazó una «paz dictada» y Francia expresó su temor de que la administración estadounidense «ceda todo» a Rusia.
«Una paz que sea una capitulación es una mala noticia para todo el mundo», dijo el presidente francés Emmanuel Macron al diario Financial Times.
Según Timothy Ash, profesor de estudios europeos en Oxford, el mensaje de la Casa Blanca a Europa «es muy claro sobre Ucrania: es vuestro problema. Nosotros los ayudaremos a cerrar un acuerdo con Rusia, pero recae en ustedes asegurar su cumplimiento».
El terremoto que Trump ha provocado en el multilateralismo y el orden internacional hace prever intensos debates entre las decenas de jefes de gobierno, diplomáticos y altos cargos reunidos en Múnich.