La periodista Altagracia Salazar tildó de letrinas a quienes le han difamado durante más de una semana alegando que recibió fondos por parte de la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID) para asumir una agenda en contra de los mejores intereses de la República Dominicana.
Hace 10 días, el periodista Johnny Arrendel se convirtió en el centro de la controversia al publicar una serie de tweets donde acusaba a varios periodistas dominicanos de recibir grandes sumas de dinero de la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID) a cambio de promover sus intereses. Altagracia Salazar, una de las periodistas mencionadas, ha descrito este periodo como una «sentina» de desinformación y difamación en los medios y redes sociales.
Según Salazar, Arrendel logró en estos días una fama que no había alcanzado en sus más de 30 años de carrera en periodismo y locución, marcada por lo que ella describe como «mediocridad». A pesar de la falta de pruebas, la acusación fue ampliamente difundida, siendo retomada por medios mediocres y personas resentidas dentro del gremio, según Salazar.
La periodista denunció que la información falsa no solo afectó a los periodistas directamente nombrados sino que también se usó para generalizar y difamar al gremio, con algunos medios y figuras públicas sumándose a la «fiesta» sin cuestionar la veracidad de las afirmaciones. Salazar destacó que Arrendel se encuentra en Estados Unidos, lo cual podría plantear desafíos legales para cualquier acción judicial que se desee emprender, dado que su acusación también podría implicar a oficiales estadounidenses en irregularidades.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) no se quedó al margen, con su vicepresidente haciendo un tour mediático y plataformas vinculadas al partido explotando el tema durante días. Salazar criticó la falta de profesionalismo y rigor periodístico evidenciado en este episodio, sugiriendo que los abogados determinarán las acciones legales a seguir.
En su declaración, Salazar también mencionó que este incidente ha servido para identificar a quienes se hacen pasar por decentes pero tienen compromisos con un pasado cuestionable. Agradeció la solidaridad recibida y enfatizó que las disculpas no serán suficientes para reparar el daño causado, anticipando que se tomarán acciones legales para buscar justicia.