La reconocida comunicadora y presentadora Mariasela Álvarez, durante la emisión de su programa Esta Noche Mariasela, expresó su rechazo y preocupación ante lo que calificó como una «campaña sucia» y «infamia» dirigida contra ella y otros comunicadores de prestigio en República Dominicana. Estas declaraciones se dieron en el contexto de una serie de acusaciones infundadas que circularon en redes sociales, vinculándola y a otros colegas con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Álvarez señaló que el origen de esta campaña se remonta al miércoles de la semana antepasada, cuando se enteró, al finalizar su programa, de la publicación de información falsa que rápidamente se viralizó. Según explicó, el jueves siguiente, Esta Noche Mariasela fue uno de los primeros espacios en abordar el tema, convirtiéndose en víctima inicial de esta difamación estructurada. «Uno se da cuenta de que es algo organizado cuando observa el comportamiento y quiénes son los personeros que amplifican estas campañas», afirmó, refiriéndose a la participación de bots, cuentas falsas y personas pagadas o resentidas que buscan desacreditar a periodistas comprometidos con la democracia y la lucha contra la corrupción.
La presentadora destacó un comunicado de retractación emitido por Johnny Arrendel, a quien identificó como el autor del «pistoletazo de salida» de la campaña. En el comunicado, leído durante el programa por Nairobi Viloria, Arrendel expresó su arrepentimiento por haber vinculado a figuras públicas y comunicadores con USAID, admitiendo que la información le fue proporcionada por una fuente en la que confió sin verificarla rigurosamente. Sin embargo, Álvarez expresó su incredulidad ante la retractación, cuestionando la falta de valentía de Arrendel para revelar la verdadera fuente o autor intelectual detrás de las acusaciones, sugiriendo que estas fueron inventadas con el propósito de dañar reputaciones.
Álvarez también hizo referencia a experiencias previas de ataques similares, como los ocurridos en 2019, cuando Santiago Matías, conocido como «Alofoke», supuestamente envió a sus seguidores a inundar sus redes sociales con insultos y amenazas. En esta ocasión, afirmó que su cuenta de Instagram fue blanco de cientos de cuentas falsas, caracterizadas por tener poca actividad y seguir a miles de usuarios, evidenciando una operación paga y coordinada.
La comunicadora denunció que, a pesar de las promesas de presentar pruebas por parte de los impulsores de la campaña –que nunca se materializaron–, se han esparcido rumores infundados, incluyendo afirmaciones absurdas como que el dinero provenía de «valijas» o que organizaciones como Participación Ciudadana estaban involucradas, algo que ella desmintió al señalar la transparencia de esta última entidad. «No hay pruebas, nunca las hubo, y cualquiera con dos dedos de frente lo puede ver», afirmó.
Álvarez anunció que, junto con otros afectados, están organizando acciones legales para demandar a quienes los han injuriado y difamado, confiando en que la justicia actuará. Citó el caso reciente de Marino Zapete, quien ganó una demanda por difamación contra el exprocurador Jan Alain Rodríguez, obteniendo una indemnización de dos millones de pesos, como ejemplo de que estas campañas pueden tener consecuencias.
Durante el programa, su compañera Diana Lora calificó este episodio de «digno de ser enseñado en facultades de comunicación», criticando la falta de rigor periodístico de algunos medios y comunicadores que se hicieron eco de la información sin verificarla, priorizando las vistas o las sensaciones sobre la verdad. Álvarez y Lora coincidieron en que este tipo de campañas reflejan una manipulación creciente en las redes sociales, agravada por la proliferación de noticias falsas y el avance de la inteligencia artificial, que podría generar contenido aún más engañoso en el futuro.
A pesar de los ataques, Álvarez expresó su fe inquebrantable en su pueblo y en la bondad de la mayoría, agradeciendo a quienes la han respaldado públicamente y a través de mensajes en redes sociales y WhatsApp. «No importa el lodo o la basura que quieran echar sobre reputaciones que brillan; no han enlodado a nadie, y seguiremos brillando por nuestros hechos», afirmó con convicción, subrayando que el trabajo honesto y ético prevalece frente a la difamación.
La presentadora instó a la sociedad a educarse en el manejo crítico de la información en redes sociales, advirtiendo sobre los riesgos de compartir contenido sin verificar su origen, especialmente en una era dominada por la desinformación y las tácticas manipulativas. «Este pueblo tiene que educarse antes de recibir un WhatsApp o una información y echarla a andar sin saber de dónde viene», concluyó.