La siguiente información es un #TBT de hace 7 años
En medio de una creciente crisis de confianza en la gestión pública, el presidente Luis Abinader ha exigido al expresidente Danilo Medina que asuma su responsabilidad y explique las acciones que tomará para enfrentar la corrupción y la impunidad que han marcado su administración.
El pueblo dominicano espera que, en la rendición de cuentas del 27 de febrero, se ofrezcan respuestas claras y soluciones concretas para frenar el deterioro moral y ético que afecta al país.
Los escándalos de corrupción han sido una constante en los últimos años, desde el caso de los aviones Super Tucano hasta los sobornos de Odebrecht. A pesar de las evidencias presentadas en tribunales de Brasil y Estados Unidos, en la República Dominicana muchos de los responsables aún no han enfrentado la justicia. Abinader ha señalado que la impunidad con la que se han manejado estos casos solo ha aumentado el descontento de la población, que exige ver tras las rejas a quienes han saqueado los recursos públicos.
El 22 de enero, miles de dominicanos tomaron las calles en una manifestación masiva exigiendo transparencia y justicia. Esta protesta dejó en claro que la sociedad no tolerará más encubrimientos ni discursos vacíos. Abinader ha enfatizado que es inaceptable que funcionarios y allegados a la pasada administración continúen en libertad, mientras el país sufre las consecuencias de una gestión marcada por el abuso de poder y el enriquecimiento ilícito.
Uno de los puntos más controversiales ha sido la contratación del publicista João Santana, asesor clave de las campañas electorales de Medina, quien actualmente cumple condena por su participación en una red de sobornos internacionales. Abinader ha señalado que el expresidente tiene la obligación de esclarecer el alcance de estos vínculos y garantizar que se investigue a todos los involucrados en estos actos de corrupción.
Más allá del castigo a los corruptos, el país enfrenta desafíos urgentes como el alto nivel de endeudamiento, el despilfarro en el gasto público, los bajos salarios, la precariedad en los servicios de salud y la falta de calidad en la educación. Abinader ha insistido en que se deben tomar medidas drásticas para frenar la criminalidad, la violencia y la inseguridad que afectan a las familias dominicanas.
La ciudadanía espera que el 27 de febrero no sea un día de excusas ni de evasivas. Abinader ha sido claro: el pueblo dominicano exige justicia, transparencia y un compromiso real con la recuperación de la moral pública. La corrupción no debe seguir siendo un lastre para el desarrollo de la nación, y el expresidente Medina debe rendir cuentas ante el país.