Video: La Semanal de Balaguer

En respuesta a inquietudes de diversos sectores de la sociedad, incluyendo líderes políticos y religiosos, el presidente Balaguer abordó en su momento el tema de las supuestas cancelaciones masivas en la administración pública, asegurando que su gobierno había adoptado una postura distinta a la de administraciones pasadas.

Balaguer destacó que, en el gobierno anterior, los empleados reformistas fueron desvinculados y que para obtener un empleo era requisito portar un carnet del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Afirmó que su administración había erradicado esa práctica y promovía un gobierno de unidad nacional, en el que se valorara la capacidad de los ciudadanos por encima de su afiliación política.

Sin embargo, el mandatario también puntualizó que, en una democracia como la dominicana, el partido que ganaba las elecciones tenía el derecho legítimo de ocupar las posiciones principales en la administración pública. «La voluntad popular se expresó a favor del Partido Reformista, y dentro de una democracia transparente y rigurosa, ese partido tenía derecho a ocupar la mayor parte de los cargos», expresó Balaguer.

A pesar de este derecho, el presidente aseguró que su gobierno había actuado con cautela en la reestructuración del aparato estatal, al punto de que muchos militantes reformistas manifestaron inconformidad por no recibir el porcentaje de posiciones que consideraban merecían. «Hemos resistido esas presiones y solo se ha removido una parte insignificante de la administración pública», indicó.

En respuesta a las acusaciones de cancelaciones masivas, Balaguer desafió a los medios de comunicación a presentar pruebas concretas sobre despidos en cualquier área del gobierno. «Díganme ahora mismo qué despido masivo se ha hecho. Que se digan las cosas con la verdad y no con la mentira», exigió el presidente.

Finalmente, Balaguer reiteró su compromiso con la transparencia y la eliminación de la corrupción, enfatizando que su objetivo era conducir el país por la senda de la verdad. «El pueblo tiene derecho a saber las cosas como son, no como se le han presentado durante años a través de mentiras y falacias», concluyó.