Amaury Mo 
De los 44 centros educativos que se ubican en el municipio Tenares, provincia Hermanas Mirabal, muchos son los que, con el paso de los años, han presentado varios deterioros, desde grietas en las paredes, techos con goteras, aulas divididas con pedazos de cartones hasta espacios sin comedor y baños deteriorados.
El paso del tiempo y la falta de mantenimiento ha llevado a centros educativos abandonados y hasta espacios públicos como funerarias están funcionando como aulas.
De acuerdo a una publicación en el Listin Diario, en el Liceo Regino Camilo, ubicado en la carretera Tenares con Gaspar Hernández, a la hora del almuerzo los jóvenes comen donde encuentren un espacio, pues no hay comedor y muchos optan por sentarse en el suelo. En este mismo centro educativo conviven acompañados de una problemática con las tuberías, donde los desechos de los baños brotan en el suelo.
Rosa López, la directora, manifestó que un pozo séptico en mal estado ha mantenido el ambiente con ratas rondando, mal olor y los estudiantes arriesgándose a contraer alguna enfermedad.
Dijo que esto fue por el inicio de la construcción de una cancha bajo techo, «que no fue solicitada por el centro, no tenía problemas en la cancha», pero con esta construcción destruyeron el parqueo, el depósito de basura y hasta la electricidad en uno de los pabellones.
La distribución del agua también resultó afectada, dejando a los estudiantes y docentes sin agua ni siquiera para lavarse las manos. La directora agregó que fue luego del retorno a clases por la pandemia que se inició la construcción.
«Ellos destruyeron todo y fue como que aquí no ha pasado nada… Se le habló al ingeniero, dijo que se haga el levantamiento, sin embargo, jamás en la vida ha pasado por aquí», aseguró.
Manifestó que las autoridades del Ministerio de Educación «lamentablemente» se han hecho de la vista gorda con esta situación y sobre la hora del almuerzo, «más del 98 % del distrito 07-01 de aquí de Tenares pasaron a jornada escolar extendida sin estar prácticamente habilitados». Situación que ha generado que alrededor de 600 estudiantes coman en cualquier espacio, menos en un comedor.
A esta entidad educativa se le suman los centros Francisco Antonio Rejada Álvarez, Escuela Primara Feliz María Alvarado, José Polanco y el Sixto Luna, que no tienen un espacio o comedor.
A la espera de que se termine el Centro Educativo Francisco Antonio Tejada Álvarez en la comunidad El Bambú, un grupo de niños desde el nivel inicial hasta cuarto de primaria recibe docencia en una enramada prestada, acompañados de gallinas, un baño de letrina y el polvo de la calle en mal estado cayéndoles encima. No tiene puertas ni ventanas.
Ya tienen un año recibiendo clases, de esta forma, tres profesoras se encargan de estos niños. «Es aquí o en su casa» es lo que dicen respecto a la forma en que imparten la docencia. Por ahora lo que saben es que seguirán impartiendo clases de esta forma, pero con la esperanza de que en este año 2025 la escuela en construcción sea habilitada.
Los comunitarios de Tenares ahora velan a sus difuntos en sus casas. La funeraria municipal no está habilitada para eso, sus espacios ahora son utilizados como aulas para los estudiantes del Liceo Isidro Antonio Estévez.
Lo que se dice de este centro es que se volverá a habilitar el espacio que el Ministerio de Salud Pública ordenó que se cerrara por el mal estado en que estaba. Pero la directora Juana de la Cruz explicó que el Ministerio de Educación hace 11 años inició la construcción de un nuevo plantel escolar, pero aún no ha sido entregado.
¿La razón del retraso de la entrega de esta escuela? «Ellos dicen que es un hecho de que no va estar el liceo para el año próximo escolar por el cambio de ministro, eso es lo que ellos dicen. Entonces vinieron el viejo plantel para intervenir. Ahora esperemos que sí que intervenga, pero lo dudo, porque de noviembre del año pasado estamos con la promesa de que van a intervenir».
La Escuela Primara Feliz María Alvarado, José Polanco y el Sixto Luna, enfrentan similares situaciones; el deterioro de sus edificaciones, la falta de un comedor y baños en mal estado los estudiantes.
La travesía de recibir una educación digna no se centra solo en las edificaciones escolares, para que cada uno de estos estudiantes llegue a sus respectivos centros educativos deben caminar una ruta larga, pues muchos se tardan hasta media hora para llegar a las aulas. La mayoría llegan a pie, pasando por las calles llenas de polvo y tierra.
Así es como se recibe clases en Tenares, donde la seccional de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) ha realizado diversas manifestaciones exigiendo la mejora de las escuelas y se espera que este martes salgan a las calles una vez más.
José Peguero 
Ensegundos.do