El duelo por una pérdida de un ser querido puede desencadenar emociones negativas que si no es procesada de manera adecuada causaría episodios de ansiedad, estrés e incluso accidentes laborales.
Por ello, Zoraima Cuello, vicepresidenta del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), instó al Estado otorgar un permiso de luto de 5 días hábiles con goce de sueldo a los trabajadores en caso de fallecimiento de sus padres, hijos, hermanos, cónyuge o concubina y no tres como establece el Código de Trabajo.”
“La mirada es cómo tener personas también en el gobierno más empáticas, con una educación, con una sensibilidad ante la pérdida y el dolor que vive una persona que ha perdido a alguien y que en este sentido también cuando se tengan que llevar a cabo los diferentes trámites, que son muy burocráticos, tengan un personal formado para tratar con esa sensibilidad a quien va a gestionar toda la documentación correspondiente” expresó.
Aunque la pérdida humana no es una enfermedad mental, Cuello advirtió que puede desencadenar episodios de depresión y estrés postraumático, provocando falta de concentración, agotamiento, cambios de humor, y en el mayor de los casos retomar el ritmo laboral provocando errores si no es tratado con su debida atención.
Al hablar durante una entrevista realizada en en el diario Hoy, aclaró que la propuesta debe ser una responsabilidad de Estado y que junto con las empresas formar parte de una red de apoyo ofreciendo alternativas como trabajar a distancia, tiempo parcial o trabajo compartido para aquellas personas que necesiten más tiempo para superar la pérdida.
Otras propuestas
La política también propuso una ventanilla única para trámites post-mortem que simplifique todos procesos que se deben realizar en esos momentos de tanta vulnerabilidad.
De igual forma, una red nacional de apoyo psicológico que incluya acceso a profesionales especializados en duelo, con cobertura para casos de pérdidas traumáticas y capacitaciones y el reforzamiento de una educación que integre contenidos y estrategias para enfrentarla dentro del currículo escolar, fomentando así una cultura de resiliencia y de acompañamiento.