China acusó el martes a Estados Unidos de «interferir en los asuntos internos de Venezuela» por las amenazas del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 25% a los países que compren petróleo o gas venezolano.
«Pedimos a Estados Unidos que deje de interferir en los asuntos internos de Venezuela, que suprima las sanciones unilaterales ilegales impuestas a Venezuela», dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Guo Jiakun, en una conferencia de prensa.
Urgió a Washington hacer «más cosas que conduzcan a la paz, la estabilidad y el desarrollo de Venezuela y otros países».
Trump anunció el lunes que el nuevo arancel, que entrará en vigor el 2 de abril, se aplicará a todos los productos que ingresan a Estados Unidos desde países que compran petróleo venezolano.
China es el mayor importador de crudo venezolano, y otros compradores incluyen a India, España y el mismo Estados Unidos.
Venezuela enfrenta sanciones estadounidenses desde hace varios años, incluyendo una nueva ronda en enero que aumentó la recompensa ofrecida por información que facilite la detención del presidente Nicolás Maduro y otros dirigentes.
Al anunciar el lunes los gravámenes, Trump acusó a Venezuela de enviar a Estados Unidos «de forma deliberada y engañosa a decenas de miles de delincuentes de alto rango y de otro tipo».
Trump ya impuso a China un arancel universal de 20% sobre sus productos, lo que atribuyó a su falta de esfuerzos por frenar el flujo de fentanilo a Estados Unidos.
Pekín pidió un «diálogo», al tiempo que respondió con aranceles de hasta 15% sobre varios productos agrícolas estadounidenses, como soja, puerco y pollo.
China, mayor productor mundial de acero, también prometió tomar «todas las medidas necesarias» en respuesta a los aranceles estadounidenses adicionales al acero y el aluminio.
Guo afirmó el martes que una guerra comercial no tendría ganadores y que «imponer gravámenes y aranceles adicionales solo traerá mayores pérdidas a empresas y consumidores estadounidenses».