El senador demócrata Chris Van Hollen viajó a El Salvador el miércoles para intentar ver al migrante salvadoreño deportado por error y pedir al gobierno que lo envíe de vuelta a Estados Unidos como exigen los tribunales.
Kilmar Ábrego García fue una de las más de 250 personas expulsadas a El Salvador el 15 de marzo por la administración del presidente Donald Trump invocando la ley de enemigos extranjeros de 1798.
Desde entonces está encarcelado en una megacárcel de alta seguridad a pesar de la orden de una jueza federal estadounidense, respaldada por la Corte Suprema, que pide que sea traído de vuelta.
El gobierno dice que no está en sus manos traerlo.
Ante esta situación Van Hollen ha decidido viajar al país centroamericano, una iniciativa respaldada por otros congresistas demócratas, dos días después de la visita a la Casa Blanca del presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien se alineó con Trump afirmando que él tampoco tiene «el poder» de enviarlo de regreso.
«Espero reunirme con altos funcionarios del gobierno y tener la oportunidad de ver a Ábrego García para informar sobre su condición, pero mi propósito general es enviar una señal de que no vamos a dejar de luchar por su regreso», afirmó el senador Van Hollen en un vídeo.
El congresista afirma haber estado en contacto con la embajada de El Salvador en Washington pero por el momento desconoce con quién podrá reunirse.
– «Han mentido» –
La administración Trump acusa al migrante, sin presentar pruebas, de formar parte de la pandilla MS-13, declarada «terrorista» por Washington.
«El Departamento de Seguridad Interior dice que si él se presenta en un puerto de entrada, van a deportarlo a otro país o despojarlo de su estatus protegido y enviarlo de vuelta a El Salvador. Bueno, eso sería una violación directa de la orden judicial» que pedía «falicitar» su regreso, se quejó Van Hollen.
«Han mentido sobre él», sostuvo el senador por el estado de Maryland, cercano a Washigton, donde Ábrego García residía con su esposa estadounidense.
El gobierno reconoció que Ábrego García fue deportado por un «error administrativo», puesto que en 2019 una corte revocó permanentemente la posibilidad de expulsarlo a El Salvador.
«Se trata del debido proceso, del estado de derecho», dijo Van Hollen, que afirma que «los acosadores» empiezan por «atacar a los más vulnerables».
– «Terror y trauma» –
Se trata «de respetar las órdenes judiciales» porque «lo que separa a Estados Unidos del autoritarismo y la tiranía es que respetamos el estado de derecho sin importar tu estatus o posición en la sociedad, y si tiras eso por la ventana, que Dios nos valga porque entonces cada estadounidense podríamos estar sujetos a este tipo de, ya sabes, terror y trauma», protestó el senador.
El martes, antes de una vista judicial, la esposa del migrante salvadoreño, Jennifer Vásquez Sura, pidió a Trump y a Bukele que dejen de «jugar políticamente con la vida de Kilmar».
En la audiencia la jueza Paula Xinis, que solicitó a la administración un informe diario sobre el paradero y la situación del salvadoreño y sobre las acciones tomadas o previstas para «facilitar su regreso», se quejó de haber recibido «muy poca información interesante».
El sábado un funcionario del Departamento de Estado confirmó por primera vez que Ábrego Gardía «está vivo y seguro» en la prisión de El Salvador, conocida como Cecot.
El Ejecutivo estadounidense se niega a dar información sobre las medidas adoptadas o previstas para su regreso y hace una lectura singular del fallo de la Corte Suprema. Considera que el tribunal solo pide que «levante obstáculos internos que de otra manera impedirían que este extranjero regresara» a Estados Unidos.
Van Hollen no es el primer congresista en viajar a El Salvador por este caso.
El congresista republicano Riley Moore publicó el martes en la red social X que ha ido al país para visitar la prisión donde están recluidos los migrantes deportados por Estados Unidos. Pero apoyó las medidas de Trump.
Los congresistas demócratas Cory Booker, Maxwell Alejandro Frost y Robert García también tienen previsto viajar a El Salvador, según medios estadounidenses.