Hablar de dinero sigue siendo un reto para muchas personas, especialmente para las mujeres que, en ocasiones, enfrentan desigualdades salariales y obstáculos invisibles.
Negociar el salario no solo es válido, sino necesario para lograr reconocimiento y equilibrio en el mundo laboral.
1. Valora tu trabajo
Antes de sentarte a negociar, reconoce tu experiencia, formación, habilidades y logros. Haz una lista concreta de lo que has aportado a la empresa o lo que puedes ofrecer en un nuevo puesto.
2. Investiga el mercado
Infórmate sobre cuánto se paga en tu sector y para cargos similares. Tener datos reales te da más seguridad para pedir una cifra justa.
3. No temas decir lo que mereces
Muchas veces, por temor a parecer ambiciosas o desagradar, las mujeres evitan hablar de dinero. Recuerda que negociar no te hace menos profesional, al contrario: demuestra seguridad y conocimiento de tu valor.
4. Practica la conversación
Ensayar lo que dirás puede ayudarte a controlar los nervios. Practica con alguien de confianza o frente al espejo. Ten claras tus razones y argumentos.
5. Sé flexible, pero firme
Ten un rango en mente. Si la oferta está por debajo de lo justo, exprésalo con respeto y ofrece alternativas: otros beneficios, bonos, más días libres, o revisiones salariales a corto plazo.
6. Evita justificar demasiado
Expón tu expectativa salarial con seguridad. Evita caer en largas explicaciones o disculpas. No tienes que pedir permiso para aspirar a lo que mereces.
7. Recuerda: no es solo por ti
Cada vez que una mujer negocia de manera justa, abre camino para otras. Ayuda a normalizar el hecho de que pedir reconocimiento económico no es egoísta, sino parte de una cultura laboral equitativa.