Aunque para algunos dormir en silencio absoluto es lo ideal, hay quienes no pueden pegar un ojo sin tener la televisión encendida. Y no, no es solo una costumbre… hay una razón psicológica detrás.
Según expertos, esto se debe a que el sonido constante y predecible de un televisor puede generar una sensación de compañía y seguridad. Además, ayuda a distraer la mente de pensamientos ansiosos o preocupaciones que suelen aparecer justo al acostarnos.
Para quienes sufren de ansiedad, estrés o incluso insomnio, el ruido de fondo puede funcionar como una especie de “manta sonora” que calma y facilita la desconexión mental.
Sin embargo, los especialistas advierten que no es lo más recomendable, ya que la luz azul y los cambios de volumen pueden alterar la calidad del sueño.
¿Y tú, puedes dormir sin ruido o eres de los que necesitan su serie favorita para conciliar el sueño?