En medio de la efervescencia revolucionaria que sacudía la República Dominicana, una fotografía capturó un momento que simboliza tanto la represión como la resistencia: la detención del Dr. José Francisco Peña Gómez el 24 de abril de 1965, en el edificio de Radio Televisión Dominicana.
El anuncio que encendió la chispa
Ese día, el país entraba en una convulsión política y militar. Desde el programa radial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Tribuna Democrática, el joven líder político José Francisco Peña Gómez anunciaba al país la sublevación de oficiales constitucionalistas del Ejército Nacional, quienes exigían el retorno del depuesto presidente Juan Bosch al poder.
El anuncio fue un llamado directo al pueblo dominicano, convocando a las masas a respaldar el movimiento por el restablecimiento del orden constitucional. Pero su mensaje no pasaría desapercibido para las autoridades del gobierno de facto.
La detención en plena transmisión
Horas después del anuncio, un grupo de oficiales de la Policía Nacional irrumpió en las instalaciones de Radio Televisión Dominicana. Al frente de ellos se encontraba el coronel Ramón Adames Ovalles, entonces Intendente de Armas. Acompañado por el coronel José Morillo López, el teniente coronel Eligio Bisonó Jackson y el mayor Oscar Miguel Jacobo, Adames Ovalles procedió al arresto de Peña Gómez, quien fue sacado del edificio mientras aún ardía la tensión en las calles.
La imagen del arresto se convirtió en un símbolo inmediato de los riesgos que asumían quienes, como Peña Gómez, alzaban su voz en defensa de la democracia.
Liberación al día siguiente
El 25 de abril, apenas un día después, Peña Gómez fue puesto en libertad. La decisión no fue casual ni espontánea: obedeció a una orden directa del general de brigada Hernán Depradel Brache, jefe de la Policía Nacional, quien accedió a una solicitud formal del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, líder militar del movimiento constitucionalista.
La liberación de Peña Gómez evidenció el alcance y la fuerza del levantamiento, así como el respeto que Caamaño inspiraba incluso entre oficiales que no se habían sumado a la rebelión.
Un momento clave de la Revolución
Este episodio no solo resalta el papel de Peña Gómez como figura clave en la lucha por la constitucionalidad, sino también la complejidad de las fuerzas en juego: la tensión entre los mandos militares, la presión popular y la determinación de los revolucionarios.
La imagen de su detención permanece como un testimonio visual de aquellos días turbulentos en los que la palabra se convirtió en arma y la radio en trinchera. Un momento que, seis décadas después, sigue siendo recordado como símbolo de valor y compromiso con la democracia.