El Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU, muy afectado por los recortes en la ayuda internacional de Estados Unidos, deberá reducir sus efectivos en el mundo entre 25% y 30%, lo que podría abarcar hasta 6.000 personas, según un mensaje enviado al personal al que tuvo acceso la AFP.
Las perspectivas actuales de financiación del PMA para 2025 ascienden «a 6.400 millones de dólares, lo que representa una reducción del 40% en comparación con el año pasado», escribió Stephen Omollo, director ejecutivo del Programa en ese correo.
«Tras una serie de reuniones en las que el Equipo Directivo examinó todos los aspectos de nuestra situación, llegamos a la conclusión de que el PMA debe reducir su fuerza laboral mundial entre un 25% y un 30%, lo que podría afectar hasta 6.000 puestos de trabajo mientras nos preparamos para acometer nuestra labor en 2026», precisó.
«Este cambio estructural -necesario para preservar los recursos en apoyo de unas operaciones vitales- afectará a todas las regiones geográficas, las direcciones y los niveles del Programa», agregó.
La agencia de la ONU, que se ocupa de la lucha contra el hambre en el mundo, propondrá por ejemplo medidas de retiro negociado, reducirá los contratos de corta duración en su sede en Roma e integrará las jubilaciones en sus reducciones de efectivos, aunque esto podría «no ser suficiente», advirtió.
Un gran número de agencias y departamentos de la ONU ya sienten el impacto de los recortes en las contribuciones de los donantes, en particular de Estados Unidos.
Washington suprimió el 83% de los programas de su agencia de desarrollo USAID, que hasta ahora gestionaba un presupuesto anual de 42.800 millones de dólares, es decir el 42% de la ayuda humanitaria mundial.