El Anfiteatro “ Juan Lockward ” de Puerto Plata, una de las obras más emblemáticas en los esfuerzos por relanzar este destino turístico del norte del país, se encuentra actualmente en un avanzado estado de deterioro, evidenciando el abandono por parte de las autoridades responsables de su mantenimiento.
Durante un recorrido reciente por “La Novia del Atlántico”, se pudo observar las condiciones preocupantes en las que se encuentran las instalaciones de este escenario artístico, inaugurado en abril de 2017 y considerada una joya arquitectónica frente al océano Atlántico.
El techo curvo del anfiteatro, conocido por muchos como “ concha acústica ”, cumple una función protectora ante las inclemencias del clima debido a su cercanía con el Atlántico. Sin embargo, ya no está, pues fue destruido por una tormenta.
Las imágenes del deterioro han generado alarma en sectores culturales y comunitarios, que exigen acciones inmediatas del Ministerio de Turismo, el Ministerio de Cultura, la Alcaldía de Puerto Plata y el Viceministerio de Turismo para la región norte.
De acuerdo a José Armando Toribio, además del estado del anfiteatro , también se evidencian daños estructurales en el portón de acceso y en el muro de la histórica Fortaleza de San Felipe, otro importante patrimonio de Puerto Plata.
A pesar de que el anfiteatro ha estado inactivo durante casi dos años, esto no justifica su abandono. En años anteriores, fue escenario de importantes eventos artísticos con la participación de reconocidos artistas nacionales e internacionales. También ha sido una atracción para visitantes de toda la región norte, en especial de Santiago de los Caballeros , así como para turistas extranjeros alojados en los hoteles de la zona.
La comunidad y los sectores vinculados al arte y al turismo esperan que las autoridades actúen con prontitud para evitar que este espacio cultural, símbolo del renacer turístico de Puerto Plata, colapse por completo.
El anfiteatro, de estilo griego, posee una estructura de 2.062 metros cuadrados, con capacidad para albergar a 4.000 personas y un escenario de 315 metros cuadrados. Su construcción representó una inversión superior a los RD$250 millones.