Es poco conocido, no tiene nombre popular y vive alejado del contacto humano. Se trata del Natalus major, un murciélago insectívoro y endémico de La Española que ha sido considerado durante décadas como una especie rara, difícil de observar y con registros muy puntuales. Su hábitat natural está ligado a cuevas húmedas o próximas a cuerpos de agua como arroyos y filtraciones subterráneas, y no ha sido visto en ambientes abiertos o estructuras creadas por el hombre.
Según el biólogo Miguel Santiago Núñez, doctor en ecología por la Universidad Complutense de Madrid y profesor de la UASD, este discreto mamífero volador forma parte de un ecosistema subterráneo donde predominan la oscuridad, el silencio y la humedad. Su presencia ha sido documentada mayormente en zonas de geología calcárea del sur y suroeste de República Dominicana.
En peligro y sin leyenda
El Natalus major figura en la categoría de “en peligro” en la Lista Roja Nacional. A diferencia de otros murciélagos que han inspirado creencias o mitos populares, este permanece en el anonimato. Su identificación, especialmente en ejemplares jóvenes, puede ser compleja, ya que puede confundirse con especies similares como el Chilonatalus micropus, y requiere mediciones morfométricas especializadas para su correcta clasificación.
Un hallazgo revelador
Recientemente, un equipo encabezado por Núñez descubrió una colonia excepcionalmente numerosa —más de 100 individuos— en una cueva de Rancho La Guardia, en la provincia Elías Piña. Este hallazgo es inusual y ha generado nuevas preguntas en la comunidad científica. Lo sorprendente es que la cueva no está inundada, aunque sí cercana a una fuente de agua, lo que indica que los requisitos ecológicos de la especie podrían ser más amplios de lo que se pensaba.
Este descubrimiento podría ser una señal alentadora para su conservación, pero también refuerza la urgencia de realizar monitoreos constantes y estudios más detallados sobre su ecología y distribución.
Amenazas latentes
Las principales amenazas que enfrenta el Natalus major son la destrucción o alteración de cuevas por actividades turísticas sin control, extracción de guano, vandalismo, construcciones cercanas y, en general, los efectos del cambio climático, especialmente por la pérdida de fuentes hídricas que modifican el microclima de las cavernas.
Más allá de las cuevas: impacto ecológico y económico
Aunque su presencia es sigilosa, su impacto es significativo. Los murciélagos cumplen una función esencial en el equilibrio natural, especialmente en el control biológico de plagas que afectan la agricultura. Al alimentarse de insectos, ayudan a reducir la necesidad de plaguicidas, lo que se traduce en beneficios tanto para el medio ambiente como para la economía agrícola del país.
El Natalus major es prueba de que aún quedan tesoros naturales por descubrir y proteger en el subsuelo dominicano. Conservarlo no solo es vital para la biodiversidad, sino también para comprender mejor los delicados equilibrios que sostienen nuestros ecosistemas.