Una imagen simple, pero poderosa, desató ayer una ola de rumores en República Dominicana: dos sillas plásticas blancas, colocadas misteriosamente frente al Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, han encendido las redes sociales con especulaciones sobre una posible visita del ídolo urbano Bad Bunny.
El gesto no pasó desapercibido. Usuarios de la red X (antes Twitter) convirtieron rápidamente el nombre del artista puertorriqueño en tendencia, interpretando la escena como una señal de que Santo Domingo podría estar entre las paradas de su próxima gira mundial. La emoción creció aún más al relacionar las sillas con la portada de su más reciente álbum, Debí tirar más fotos, donde precisamente ese tipo de asiento —símbolo recurrente en la cotidianidad caribeña— ocupa un lugar central.
Este guiño visual no ha sido exclusivo de República Dominicana. Según la cuenta en Instagram @benitodata, especializada en noticias del intérprete de Baile inolvidable, estructuras similares han aparecido en las inmediaciones de estadios y arenas de distintos países, como España, Brasil, Colombia, Chile, México, Italia y hasta Suecia. ¿Coincidencia? Los fanáticos creen que no.
En Costa Rica, incluso, las autoridades ya han dado luz verde a dos conciertos en diciembre de 2025, lo que alimenta aún más la esperanza de que la gira se extienda por toda Latinoamérica. Hasta ahora, solo se ha confirmado oficialmente una residencia de 30 shows en Puerto Rico entre julio y agosto, pero la campaña de expectativa parece estar en marcha.
El nuevo disco de Bad Bunny, que rinde tributo a los sonidos tradicionales de su isla como la plena y la salsa, también ha sido celebrado por su carga emocional y visual. Las sillas, lejos de ser un simple objeto, se han convertido en un ícono cultural que conecta con miles de personas en toda la región.
¿Será este un adelanto de un concierto en el corazón de Santo Domingo? Por ahora, solo queda esperar… sentados.