A lo largo de la vida escolar, universitaria o profesional, todos hemos utilizado una regla para medir o trazar líneas. Sin embargo, hay un detalle en este objeto tan común que suele pasar desapercibido: el huequito en uno de sus extremos. Acá podrás saber todas las curiosidades de este objeto.
Este pequeño orificio tiene una función específica que muchos desconocen, aunque esté presente en casi todas las reglas. Y como tantas curiosidades de los objetos cotidianos, una vez que lo sabés, no podés dejar de notarlo.
Un detalle útil, aunque ignorado
De acuerdo a Andrés Aguilera , la principal función del hueco en las reglas es permitir colgarlas. Sí, así de simple. Fue diseñado para que puedan guardarse de forma ordenada en pizarras, escritorios o estantes con ganchos. En entornos de educación o talleres de diseño, este pequeño orificio facilita tener a mano las herramientas sin que se pierdan o estorben.
Además, su diseño busca mantener la regla en buen estado. Al colgarla, se evita que se doble, se raye o se rompa, algo común cuando se la deja suelta en una mochila o cajón. Una solución simple, pero eficaz, que revela cómo incluso los objetos cotidianos pueden tener detalles funcionales muy pensados.
Una herramienta con más de una función
Más allá de medir y trazar, la regla también puede servir como compás improvisado: algunos modelos tienen dos orificios, y uno de ellos puede usarse como eje para girar un lápiz y dibujar círculos. Otra de las tantas curiosidades del diseño.
Este tipo de detalles suelen enseñarse poco en el sistema de educación, aunque hacen a la practicidad del día a día. Por eso es interesante observar los objetos cotidianos con más atención: muchos esconden secretos útiles.
El huequito de la regla no está ahí por estética ni por error. Tiene una función real que mejora la organización, la durabilidad y hasta el uso del objeto. Un ejemplo más de cómo la observación de las pequeñas cosas puede cambiar nuestra perspectiva.