Por: CARLOS RICARDO FONDEUR MORONTA.- Aunque no llegué a hacerme la promesa de no volver a escribir temas relativos a las relaciones y situaciones haitianas con República Dominicana, me veo obligado a referirme al tema, esta vez luego de un mesurado análisis a un artículo-editorial publicado en el diario Le Nouvelliste, de Haití, del catorce de mayo de 2025.
Lo hago, porque me inquieta sobremanera el momentum asociado soterradamente sobre decidir de cual es más importante, de si seguir siendo una isla y dos países o ser haitianos, ya que los nacionales de la nación vecina dicen desde siempre, hasta el hartazgo, que la isla entera les pertenece y se llama “Haití”, a pesar de la existencia de dos declaraciones de independencia que refleja la existencia de dos naciones, siendo la de ellos la primera.
El escrito, lleva la firma del jefe de Redacción del diario haitiano, el más importante del país, escrito en puro francés, cuyas publicaciones se relacionan mas en una forma de contubernio con el statu-quo, con una pisca desagradable de anti dominicano que no logra esconder y hasta de anti-haitiano, ya que desconoce su propia lengua, que es el creole, un dialecto del francés.
“Haití entrega el liderazgo de la isla a República Dominicana”, más que un artículo escrito por un periodista, es una sátira de sketch que obliga a risas, en un principio, pero que es fruto de una descontrolada y alocada frustración. La isla está liderada por el presidente de República Dominicana, Luis Rodolfo Abinader Corona, que fue elegido en votaciones generales, para dirigir la cosa pública del país, lejos de actividades terroristas, dictatoriales y en paz.
El liderazgo es de República Dominicana, no fue “entregada” porque es un país en una isla, que es parte de dos naciones, cuyas autoridades son elegidas cada cuatro años, con un ejército y demás instituciones forjadas en democracia, imperfecta, hasta cuestionada, pero nadie con más de dos dedos de frente se atreve a negarlo. Somos el eje fundamental de la economía y seguridad de la isla de Santo Domingo, llamada española por personeros anti dominicanos enquistados en la política vernácula.
Refiere el periodista Frantz Duval, que “Haití entrega el liderazgo de la isla a Republica Dominicana”, sin enterarse que nuestros vecinos nunca han tenido el liderazgo de esta isla, solo invadieron la parte que la completa, siendo sacados de mala manera cual no invitado a la fiesta. Desconoce tanto su propia historia, que muestra su encuentro con la ignorancia no propia de alguien que dirige la agenda publicitaria del diario, que son el staff de periodistas que las redactan.
El periodista, hizo una breve referencia de la reunión sostenida el mismo día del escrito, entre los ex mandatarios dominicanos Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Danilo Medina y el actual presidente, Luis Abinader, para tratar asuntos relativos a la seguridad nacional, el tema de la inseguridad en Haití y sus repercusiones en la República Dominicana.
Dijo, que el tema haitiano ha sido el norte de su línea política, olvidando que el presidente de la República es el paladín de la seguridad del Estado Dominicano por orden constitucional, que todos los ex presidentes nunca han ignorado, aunque los dominicanos en algunas ocasiones nos vemos las interrogantes sobre nuestras cabezas
“La dominicanidad del presidente con raíces familiares levantinas se vigoriza cada vez que plantea el problema haitiano”. En parte es cierto. El presidente Abinader dijo una vez que era de sangre libanesa, lo que ensalza la versión de la poca dominicanidad, que se atribuye a sí mismo. Por eso es que un presidente debe tomar en cuenta las realidades, no las emociones. Lo dijo en un lugar solemne, en un día de solemnidad absoluta.
Y aunque lo dijera el presidente, no es cierto. Tiene de libanés, lo que tiene el autor de este artículo de francés, sólo que somos descendiente de un francés que resultó en Héroe de la Patria, cuyo peso específico es superior de quienes llegaron luego de forjada la Patria. En resumen, somos más dominicano que el mismo Luis Abinader, lo que confiere responsabilidades patrióticas. Se justifica, porque todos los héroes de guerra Patria son Héroes de la Patria.
Mi ascendente, coronel Furcy Fondeur L., y dos de sus hermanos, redactaron y firmaron, conjuntamente con los demás seguidores de nuestro insigne General Gregorio Luperón, la Restauración de la Independencia de la República Dominicana, truncada por la anexión a España firmada por el General traidor Pedro Santana.
Alude el periodista, a que mientras se reunían los ex presidentes dominicanos, “continuaban las redadas contra los ciudadanos haitianos”. Cosas veredes. Sancho Panza estaría más flaco que Don Quijote, pues, parece no haber leído de los acontecimientos creados por las políticas migratorias de Donald Trump y Pedro Sánchez Castejón, del muro con México y el famoso Muro de Melilla.
¿Está desactivando la crítica política al involucrar a toda la clase política de su país en sus decisiones sobre Haití? ¿O quiere ir más allá de los límites ya cruzados?, acotaba el periodista. ¿Cuáles limites? No hay límites que no sean los establecidos por las leyes y la Constitución de la República y sus Reglamentos. Lo demás, insisto, sobra.
Lo que menos piensan las clases gobernantes de Haiti, es que los dominicanos y haitianos, mientras ellos se pelean, estamos unidos en una sola razón, que es la de vivir libres en una isla que Dios nos dejó como herencia.
https://lenouvelliste.com/article/256175/haiti-livre-le-leadership-de-lile-a-la-republique-dominicaine