La Asociación de Propietarios de la comunidad Jamaca de Dios alertó sobre un inminente riesgo de colapso en la montaña donde opera el popular restaurante del mismo nombre, denunciando que la situación podría generar una tragedia mayor que la ocurrida en la discoteca Jet Set de Santo Domingo.
Mediante comunicaciones dirigidas al presidente Luis Abinader, al ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención, y al ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, los propietarios exigieron una intervención urgente del Estado para evitar lo que se describe como una «catástrofe humana y medioambiental».
De acuerdo con la denuncia, el restaurante —ubicado en la Colonia Palo Alto de Jarabacoa— opera sin los permisos correspondientes del Ayuntamiento, el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), ni del Ministerio de Medio Ambiente y Obras Públicas. Inicialmente concebido como oficina de ventas, el local fue adaptado para recibir a más de 800 personas, a pesar de haber sido diseñado solo para 100.
El ciudadano estadounidense Michael A. Pagán, en representación de la asociación, aseguró que el restaurante fue adquirido por el colombiano José Gabriel Mendoza, quien no habría presentado certificado de título. Según afirma, Mendoza, a través del señor Michael Ballantimes, ha realizado desmontes de gran escala en un solar de unos 14.000 metros cuadrados justo ubicado debajo del restaurante, comprometiendo gravemente la estabilidad de la montaña.
Los denunciantes incluyen en sus comunicaciones una serie de evidencias fotográficas que muestran pasos de tierra, aludes frecuentes y edificaciones que carecen de las mínimas condiciones estructurales de seguridad. Señalan la existencia de balcones sin columnas, muros ni vigas, lo que representa un grave peligro tanto para los residentes como para los visitantes.
La Asociación solicita el cierre inmediato, provisional o definitivo, del restaurante, así como la demolición de las edificaciones que no cuentan con permisos y que violentan las normas de construcción. También piden que el Ministerio de Medio Ambiente asuma el control del área para proteger los nacimientos de agua que aún existen en la zona.
Finalmente, sostuvieron que han acudido a varias instituciones, incluyendo Obras Públicas, el CODIA, Salud Pública y el Cuerpo de Bomberos, cuyos representantes han verificado in situ la veracidad de sus denuncias.