Cuando creíste que el juego estaba definido, pasó lo impensable. En solo 12 segundos, el destino cambió de manos, el público enloqueció y las emociones se salieron de control.
Robo, triple, falta, otro triple… ¡Una montaña rusa de locura en tiempo real!
Este momento no solo quedó en la historia de un equipo, sino que se grabó en la memoria colectiva de toda la NBA.
Si amas el baloncesto, tienes que revivir este final.