Desde hace décadas, se ha soñado con una vía directa que conecte la región del Cibao con el Sur profundo de la República Dominicana. Esta aspiración, aunque comprensible desde el punto de vista del desarrollo y la integración territorial, ha chocado constantemente con una realidad infranqueable: la Cordillera Central, el corazón ecológico de la isla.
Construir una carretera a través de este macizo montañoso implicaría intervenir una de las zonas más sensibles del país, hogar de los parques nacionales J. Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez, y reserva de una biodiversidad única. A pesar de esto, el pasado 25 de marzo, el senador de Santiago Rodríguez, Antonio Marte, volvió a plantear la construcción de la carretera Cibao-Sur, insistiendo en una ruta que uniría Sabaneta (en Santiago Rodríguez) con la presa de Sabaneta (en San Juan de la Maguana).
La respuesta no se hizo esperar. Una comisión conformada por la Academia de Ciencias de la República Dominicana y la Comisión Ambiental de la UASD realizó, en abril, una nueva evaluación del proyecto —una de tantas realizadas a lo largo de los gobiernos de Joaquín Balaguer, Antonio Guzmán, Leonel Fernández y Danilo Medina. El resultado fue tajante: el proyecto no es pertinente ni conveniente, y debe ser descartado definitivamente.
Los argumentos del rechazo
El informe de 53 páginas presentado el 15 de mayo detalla múltiples razones técnicas, legales, económicas, ambientales, sociales y políticas que sustentan la negativa. Los principales puntos son:
- Impacto ambiental irreversible: La carretera fragmentaría dos parques nacionales y una reserva forestal, alterando gravemente el hábitat de múltiples especies, incluyendo 160 aves, 25 anfibios, 44 reptiles y dos mamíferos endémicos.
- Obras de alto costo y difícil mantenimiento: El terreno montañoso requeriría túneles, puentes y muros de contención. Esto elevaría los costos a niveles insostenibles y haría inviable su mantenimiento a largo plazo.
- Amenazas a fuentes hídricas: La Cordillera Central alberga las cuencas de seis grandes ríos dominicanos y alimenta 19 presas claves para el agua potable y la generación eléctrica del país.
- Riesgo de colonización ilegal y deforestación: Se teme que la carretera facilite asentamientos humanos informales, ampliando la frontera agrícola y provocando incendios, cacería de especies protegidas y caminos ilegales.
Además, se recuerda que ya existen alternativas viales, como la ruta Constanza–Padre Las Casas y la carretera internacional por Haití, que ofrecen conectividad sin comprometer áreas protegidas.
Más allá de un sueño vial
La insistencia del senador Antonio Marte, pese al rechazo histórico y técnico, genera interrogantes sobre los verdaderos intereses detrás del proyecto. ¿Es un genuino deseo de conectar regiones o una estrategia política con tintes populistas?
En tiempos donde el cambio climático y la conservación ambiental ocupan un lugar prioritario en las agendas globales, poner en riesgo el principal pulmón ecológico del país podría resultar en un error histórico con consecuencias irreversibles.
La Cordillera Central no solo es una barrera geográfica, es también una muralla ecológica que protege nuestra agua, nuestra biodiversidad y, en última instancia, nuestro futuro.