Este día conmemora un evento histórico que tuvo lugar el 2 de junio de 1975 en Lyon, Francia. Más de cien trabajadoras sexuales ocuparon la iglesia de Saint-Nizier para llamar la atención sobre sus condiciones de trabajo inhumanas y la represión policial.
La policía francesa había aumentado la presión sobre las trabajadoras sexuales, obligándolas a trabajar en secreto, lo que resultaba en una mayor vulnerabilidad y violencia contra ellas. Tras dos asesinatos de trabajadoras sexuales y la falta de respuesta del gobierno, las trabajadoras sexuales de Lyon decidieron tomar medidas.
La ocupación de la iglesia fue una huelga de ocho días en la que las trabajadoras sexuales cantaron consignas políticas y exigieron condiciones de trabajo decentes, el fin del estigma y la investigación de los crímenes cometidos contra ellas. Aunque la policía desalojó la iglesia después de ocho días y no se lograron reformas legales inmediatas, este evento marcó el inicio de un movimiento internacional de trabajadoras sexuales por sus derechos.
Desde 1976, el 2 de junio se ha celebrado anualmente para honrar a las trabajadoras sexuales y reconocer sus condiciones de trabajo, a menudo explotadoras.
