Rincón del Vago: la historia del sitio que fue la sombra de Wikipedia y refugio de millones de estudiantes hispanos
Hubo una época no muy lejana en la que hacer tareas significaba pasar horas en bibliotecas, escudriñando libros polvorientos heredados de madres o abuelas. Luego, con la llegada del internet a los hogares y cibercafés allá por el 2007 (e incluso antes), los estudiantes comenzaron a acudir a la web para investigar e imprimir sus trabajos. En esa transición, nació una leyenda digital que vivió a la sombra de los grandes, pero dejó una huella imborrable: Rincón del Vago.
Los orígenes del vago
Rincón del Vago fue creado en 1998 en Salamanca, España, por dos amigos de la infancia: Javier Castellanos y Miguel Ángel Rodero. Ambos cursaban Ciencias Empresariales en la Universidad de Salamanca y veían con molestia ciertas asignaturas que consideraban «de relleno», como religión. Fue entonces cuando decidieron crear un sitio donde subir trabajos ya hechos y compartir los suyos con otros estudiantes.
Javier propuso el enfoque académico, y Miguel aportó el nombre que marcaría generaciones. El icónico buitre fue elegido como símbolo porque, en el lenguaje estudiantil de entonces, «buitrear» significaba aprovecharse del trabajo de otros. El primer sitio fue creado con el editor de páginas del navegador Netscape, en una época donde Google aún no había registrado su dominio y Wikipedia ni siquiera existía.
El auge: de España a toda Hispanoamérica
Aunque comenzó de forma modesta, Rincón del Vago se propagó rápidamente por el boca a boca entre estudiantes, ignorado por docentes que aún no comprendían el poder emergente de internet. Los fundadores incluso admitieron haber hecho «spam» para ganar visibilidad.
En 2001, la plataforma fue adquirida en un 90% por el grupo empresarial español EresMás, luego absorbido por Orange, la actual dueña del portal. Gracias a esta compra, Rincón del Vago se profesionalizó, mejoró su diseño, integró buscadores y secciones por países, e incluso implementó su propia APK. Para 2016, el sitio alcanzaba los 2.2 millones de visitas diarias.
Una evolución visual (y comercial)
Desde sus inicios caricaturescos, con íconos dibujados a mano y secciones como «apuntes» o «fotocopias», el portal fue evolucionando en su diseño: reorganizó secciones, incluyó más anuncios, y adaptó su imagen a una estética más limpia y corporativa. En 2019, su logo abandonó al emblemático buitre y fue reemplazado por una lupa, adoptando una apariencia más empresarial y menos rebelde.
Entre polémicas y plagios
Rincón del Vago no solo fue usado por estudiantes. El sitio también protagonizó escándalos públicos por plagio:
- En 2006, un conjuez argentino usó información del sitio para justificar un fallo judicial sobre la explosión de una fábrica militar.
- En 2014, el senador colombiano Juan Diego Gómez fue acusado de copiar 11 de 18 páginas de un proyecto de ley directamente desde el portal.
- En 2019, la directora de educación de España, Concepción Canoira, renunció tras descubrirse que había copiado textos de Rincón del Vago y Wikipedia en su tesis doctoral.
Estos casos alimentaron la mala fama del portal entre docentes y académicos, quienes lo consideraban un atajo sin esfuerzo, al igual que alguna vez lo hicieron con Wikipedia… y hoy con la inteligencia artificial.
El ocaso del buitre
En la actualidad, Rincón del Vago es apenas una sombra de lo que fue. Ha sido superado por Wikipedia, que a su vez está siendo desplazada por plataformas como ChatGPT. Su sitio parece abandonado, con un diseño genérico, escaso contenido nuevo y lejos de la vibrante comunidad estudiantil que lo catapultó al éxito.
Aun así, su legado persiste. Fue una de las pocas páginas de origen hispano que se atrevió a competir con gigantes globales. Su historia es también la historia de cómo ha cambiado la forma en la que investigamos, aprendemos y compartimos conocimiento en la era digital.
De los libros a los bots
Lo que antes se criticaba de Rincón del Vago, luego se le achacó a Wikipedia, y hoy a la inteligencia artificial. Siempre que surge una tecnología que facilita el acceso a la información, surgen también los detractores. Pero cada etapa tuvo su herramienta clave, y el Rincón del Vago fue la de una generación entera.
Quizás ya no esté en el centro del ecosistema digital, pero el buitre de los apuntes seguirá siendo recordado por quienes alguna vez, con prisa y poca motivación, encontraron allí ese trabajo «salvador» para entregar a primera hora.
