Ante la alerta emitida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la propagación de la nueva subvariante de COVID-19, NB.1.8.1, en algunas regiones del mundo, el ministro de Salud Pública de República Dominicana, Víctor Atallah, informó que el país mantiene una vigilancia reforzada aunque la variante no ha sido detectada localmente.
«Actualmente no se ha identificado la circulación de esta nueva subvariante en el país. Sin embargo, estamos en alerta, reforzando la vigilancia epidemiológica y genómica en coordinación con nuestros laboratorios nacionales y centros de investigación aliados», declaró Atallah. Agregó que realizan «secuenciación genómica de forma continua para identificar oportunamente cualquier nueva variante que pudiera ingresar».
Características y vigilancia activa:
Origen y transmisión: La NB.1.8.1, parte del linaje Ómicron, fue detectada inicialmente en viajeros que llegaban a EE.UU. desde regiones del Mediterráneo oriental, sudeste asiático y Pacífico occidental. Según la OMS, su transmisibilidad es mayor, representando casi el 11% de las muestras secuenciadas globalmente a mediados de mayo.
Gravedad: Tanto el ministro Atallah como la OMS coinciden en que, según la evidencia actual, esta variante presenta una menor gravedad clínica en comparación con otras circulantes. Atallah atribuyó esto a «la memoria inmunológica de la población por infecciones previas y vacunación». La OMS la mantiene en «bajo monitoreo».
Medidas en RD: Se mantiene la vigilancia activa de síndromes respiratorios en aeropuertos y puntos de entrada, junto al monitoreo de casos sospechosos mediante el sistema de alerta temprana.
Mensaje de tranquilidad y capacidad:
El titular de Salud transmitió un mensaje de calma a la ciudadanía: «Queremos transmitir tranquilidad: el sistema de salud dominicano cuenta con la capacidad instalada, personal capacitado, disponibilidad de pruebas diagnósticas y la experiencia necesaria para responder de forma oportuna ante cualquier eventualidad».
Atallah aseguró que continuarán informando a la población nacional conforme evolucione la situación a nivel global y regional.
La OMS aclaró que, si bien la NB.1.8.1 no representa por ahora «riesgos extraordinarios» más allá de otras variantes, se han reportado aumentos de casos y hospitalizaciones en algunos países del Pacífico Occidental (región con mayor proporción de esta variante). Aún no hay resultados clínicos definitivos sobre su impacto específico, pero sí se observa un repunte general de casos y hospitalizaciones por SARS-CoV-2. La alerta coincide con cambios en las recomendaciones de vacunación contra el COVID-19 en países como EE.UU., donde ya no se recomienda rutinariamente para niños sanos y mujeres embarazadas.