En un giro sorprendente y cargado de simbolismo, el reconocido director de cine dominicano Alfonso Rodríguez hizo públicas hoy declaraciones conciliatorias dirigidas a su colega Santiago Matías y su equipo, anunciando el fin de su confrontación pública y solicitando mutuo silencio y respeto.
El anuncio surgió en la red social X tras la reflexión provocada por las palabras de Matías durante una aparición en el podcast de Luisín Jiménez. Rodríguez destacó una frase específica de Matías que resonó profundamente en él: “Este libertinaje en los medios se va a acabar cuando ocurra una desgracia”. Esta afirmación, según Rodríguez, actuó como un llamado de atención.
«Sus palabras me calaron hondo. Tanto, que hoy escribo estas líneas con el corazón en calma y salí simbólicamente a buscar la bandera blanca de la paz y el ramo de olivo», expresó Rodríguez. Reveló que su esposa e hijas, quienes también vieron el programa, lo instaron unánimemente a dar un paso atrás y cambiar el tono del conflicto.
Retractación y propuesta de paz:
Dirigiéndose directamente a Santiago Matías, Rodríguez fue claro:
«Señor Santiago Matías, le comunico públicamente que retiro lo dicho sobre una posible agresión en caso de vernos. No busco su amistad, ni un saludo, ni un acercamiento. Solo deseo poner fin a una confrontación que no suma y que solo desgasta. Lo mismo aplico a cada miembro de su equipo.»
El director enfatizó su deseo de poner fin a la disputa, utilizando la poderosa imagen de la «bandera blanca» que dice tener en la mano. Su propuesta es clara: una tregua basada en el mutuo respeto y la distancia.
Compromiso de silencio y nueva convivencia:
Rodríguez estableció las bases de su propuesta de paz:
Compromiso personal: «Yo me comprometo a no volver a mencionarlos».
Solicitud a Matías y su equipo: «Deseo, con humildad, que ustedes también elijan el silencio cuando se trate de mí o de mi familia.»
Protocolo para un encuentro fortuito: «Y si el destino hace que nuestros caminos se crucen, que cada quien mire hacia otro lado y continúe su andar.»
Concluyó con una reflexión que define su nueva postura: «A veces, la paz no necesita abrazos; solo respeto y distancia.»