Un reporte de Adriana Gómez desmiente las denuncias sobre supuestos daños estructurales en el restaurante «La Hamaca de Dios» en Jarabacoa. El Ministerio de Vivienda y tres ingenieros independientes coinciden: no hay riesgos ni deslizamientos en el terreno.
Durante las últimas semanas, circuló en medios y redes sociales la alarmante información de que el terreno donde se encuentra el restaurante «La Hamaca de Dios«, en Jarabacoa, presentaba signos de deslizamiento, lo que supuestamente ponía en riesgo su estructura y la seguridad de los visitantes. Sin embargo, una investigación independiente realizada por la periodista Adriana reveló que esas denuncias son completamente falsas y forman parte de una presunta campaña de presión para forzar la venta del negocio.
Aprovechando una visita personal a Jarabacoa, Adriana se trasladó directamente al lugar, conversó con los encargados y con la propia propietaria del restaurante, Ana Luisa, quien confirmó que existe una disputa de intereses por el terreno. Según relató, se trata de un grupo con interés en adquirir el negocio, y al no lograr convencerla de vender, habría optado por iniciar una campaña de descrédito.
“La señora Ana Luisa me explicó que no tiene intención de vender. Ese restaurante es un proyecto familiar, su bebé, como ella misma lo llama”, contó Adriana durante su participación en el programa El Ritmo de la Mañana.
Además de su visita, la periodista consultó con tres ingenieros —uno estructural, uno geotécnico y una ingeniera civil— quienes, tras analizar imágenes y detalles del lugar, coincidieron en que no hay evidencia de deslizamiento ni de daños estructurales.
Estos hallazgos fueron confirmados también por un informe oficial del Ministerio de la Vivienda y Edificaciones, a través de su Dirección de Inspección de Obras Privadas. El documento afirma:
“El terreno no presenta signos de erosión, agrietamientos, desplazamientos, socavaciones ni asentamientos diferenciales. Las condiciones superficiales del suelo se encuentran estables al momento de la inspección.”
Y agrega:
“La estructura general del edificio no muestra patologías estructurales aparentes tales como grietas, deformaciones, inclinaciones o daños materiales en columnas, muros, pisos o elementos de soporte.”
El caso de La Hamaca de Dios pone en evidencia cómo los intereses particulares pueden valerse de la desinformación para presionar y perjudicar a emprendedores, y resalta la importancia de confirmar antes de publicar, en especial cuando está en juego la reputación y estabilidad de un negocio familiar.