Durante la más reciente emisión del programa Almuerzo de Negocios, se abordó una situación que ha generado rumores en el sector de telecomunicaciones dominicano: presuntos conflictos entre la telefónica Viva y la empresa propietaria de las torres donde operan sus antenas. Aunque no existe ninguna comunicación oficial de Indotel ni de las partes involucradas, la incertidumbre ha despertado preocupaciones legítimas sobre el presente y futuro de esta operadora.
Un silencio institucional
Rafael Fernández y José Luis Rabelo, conductores del programa, expresaron que pese a múltiples intentos de verificar la información, no han encontrado pronunciamientos oficiales ni de Viva ni del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel). En la página web de este último tampoco figura comunicado alguno sobre el caso.
“Si hay un conflicto con la empresa dueña de las torres —que se cree es Teletorres del Caribe—, Indotel tendría que intervenir, ya que se trata de un tema que puede afectar la cobertura de servicio y, por ende, al usuario”, comentó Rabelo.
Posible apagón técnico y sanciones
Uno de los puntos que más alarma genera es la posibilidad de que, por falta de pago, la empresa dueña de las torres interrumpa el acceso de Viva a la infraestructura necesaria para operar su red. “Si te apagan los nodos, pierdes cobertura. Y si pierdes cobertura, Indotel te sanciona”, advirtió Rabelo.
Sin embargo, hasta el momento todo son especulaciones. Ninguna de las partes ha ofrecido declaraciones públicas que confirmen ni desmientan el conflicto.
Opiniones de oyentes: ¿venta inminente?
La audiencia del programa también aportó datos relevantes y opiniones contundentes. Un oyente recordó que Viva ya había enfrentado fallos de servicio anteriormente, e incluso usaba un espectro que, según su análisis, no aparece listado en el Plan Nacional de Asignación de Frecuencias. “Eso fue notificado hace tiempo”, afirmó.
Otro participante fue más allá, sugiriendo que la única salida viable para Viva sería vender su operación: “Salgan a vender ese operador. Tienen una base de clientes, presencia en zonas clave y aún pueden recuperar algo del capital”.
¿Tiene sentido mantener una telefónica sin crecimiento?
Los conductores del programa señalaron que, aunque Viva ha logrado mantenerse gracias al respaldo de su grupo económico —que también posee medios de comunicación—, su crecimiento en número de clientes y servicios ha sido nulo. «Si tú estás invirtiendo de manera constante pero no creces, algo anda mal», dijo Rabelo.
También se recordó que otras experiencias similares han tenido el mismo desenlace: Tricom, por ejemplo, terminó fusionándose con Orange y hoy es Altice. “Una empresa de telecomunicaciones con capital exclusivamente dominicano no es sostenible en el tiempo”, comentó uno de los expertos invitados.
¿Debe el Estado intervenir?
El programa cerró con una reflexión importante: ¿Debe el Estado utilizar fondos públicos para salvar una empresa privada que no ha demostrado viabilidad ni innovación? La respuesta fue prudente: solo si hay garantías claras de que beneficiará al país, al consumidor y a la competencia del mercado.
Porque si Viva desaparece, quedarán solo dos operadoras móviles en el país —Claro y Altice—, lo que convertiría el mercado en un virtual duopolio, con todas las desventajas que eso representa para el consumidor.