Una mujer en Andalucía, España, fingó no poder hablar durante 16 años para cobrar una pensión por discapacidad. Decía haber quedado muda tras un ataque en su trabajo en un supermercado.
Con el tiempo, la aseguradora notó irregularidades en sus informes médicos. Ninguno de los doctores desde 2009 mencionó su supuesta mudez, lo que levantó sospechas de fraude.
Un detective privado la siguió durante semanas y confirmó que hablaba con normalidad en la calle, en clases y por teléfono. Incluso le dio indicaciones en la vía pública, sin saber que la estaban grabando.
En 2025, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía falló a favor de la aseguradora y anuló su pensión. También declaró válida la grabación como prueba.
Ahora, la mujer enfrenta otro proceso para determinar cuánto deberá devolver por los pagos recibidos durante 16 años, mientras la aseguradora se prepara para reclamar el dinero.