Irrumpió en la escena humorística y rápidamente el público aceptó su trabajo. Fue creciendo frente a las cámaras y, como una cara nueva y fresca del humor dominicano, el público le fue otorgando su voto de confianza.
Paso a paso, el humorista Daniel Luciano se fue convirtiendo en una figura de la que se tiene que hablar cuando de humor se trata.
Su forma llana, repentista y muy coloquial le valió para que su carrera subiera como la espuma y lo llevará a pertenecer a los programas más tops de Telemicro y hasta que pudiera poner en el aire dos programas producidos y actuados por él.
“El show de la comedia” y el “Reperpero” fueron dos proyectos que le dieron a Luciano ese empuje de trabajar su propio contenido. Hoy, con 38 años de edad, 4 hijos, dos hermanas cristianas, una esposa que se dedica al humor a igual que él y un padre pastor de la iglesia evangélica, el humorista se siente feliz porque entiende ha cumplido su sueño.
Oriundo del municipio de Restauración, que pertenece a la provincia de Dajabón, deseo de alcanzar sus sueños lo llevaron a recorrer en una guagua más 300 kilómetros para llegar a Santo Domingo y acechar esa primera oportunidad que se le pusiera enfrente.
Detalla Cristina Liriano que antes de ser figura de “La Opción de la Noche” (Telecentro), Opción del 13, Titirimundati, La Opción de las 12 y otros, Luciano se desempeñaba en Sabana Perdida a la venta de pollos picados. Con el humor que le caracteriza asegura que en ese trabajo él se hacía llamar (sicario de pollos), dice entre risas, recordando aquel trabajo que tuvo en sus inicios, antes de entrar al humor donde tiene 14 años.
¿Cómo comenzó tu interés por la comedia y qué te motivó a dedicarte profesionalmente a ella?
Conocí el humor a los 10 años, cuando por primera vez vi un programa de humor y fue amor a primera vista; desde entonces fue un sueño que pensé que nunca sería posible; pero lo perseguí hasta lograrlo.
¿Quiénes han sido tus principales influencias en el humor?
El mexicano Roberto Gómez Bolaño, (Chespirito), ya fallecido, Luisito Martí, Fausto Mata y Raymond Pozo y Miguel Céspedes.
En un país como este, ¿cómo crees que la comedia puede influir en la percepción social o política?
Influye de manera directa, porque el humor se nutre del pueblo y sirve como denuncias sociales disfrazadas de humor.
¿Cuál ha sido el momento más desafiante de tu carrera hasta ahora, y cómo lo superaste?
Cuando me tocó interpretar el personaje de Tubérculo Gourmet; la gente no lo aceptó y lo saqué de mi repertorio y yo hago lo que el pueblo me pida.
Además de hacer reír, ¿sientes alguna responsabilidad como comunicador frente a los temas sociales o culturales que afectan al país?
Claro que sí. Entiendo que es responsabilidad de todos los que tenemos la oportunidad de salir, entiendo los medios y que el público nos vea y nos escuche.
¿Qué metas tienes a futuro, tanto en el humor como en otros aspectos de la comunicación o el entretenimiento?
Mi próximo paso será dirigir una de mis películas que tengo escritas.
Has logrado conectar con una generación joven a través de las redes sociales. ¿Cuál crees que es la clave para mantener ese vínculo auténtico con tu audiencia?
Totalmente! A mí me ha funcionado recrear cada personaje de la política o del arte, convirtiéndolo en humor a mi manera y con mucho respeto.
