Escribir un libro es hablar con el futuro, y leer un libro es conectarse al pasado. Los libros son una tecnología fascinante que nos permite colapsar el tiempo. Narrar algo significa, por naturaleza, reinterpretarlo
Colaboración para este compendio: Gabriela Taveras Ruíz (periodista), Ana Melba Rosario,Coralis Ramírez (escritora) y Josué Auzón (Fotógrafo de Mar de Palabras)
SANTO DOMINGO. La jornada del sábado 28 del Festival Internacional Mar de Palabras (Fundación René del Risco Bermúdez), deja cantidad de ideas, conceptos y conjeturas por pensar.
?Mar de palabras, este sábado 28, fue más valioso lo expresado? en sus prospectos porque lo de alto valor es lo dicho por esta pléyade de expositores? con sus lecciones de la escritura, anécdotas, ?sentencias, conclusiones, agudeza, inteligencia densa y paralelismos? desconcertantes.
El público que ha acudido, decenas de personas que han pagado por participar en sus 16 conversatorios e integrado por estudiantes de letras, aspirantes a escritores, (prácticamente todo ser pensante ha aspirado a ser creador de al menos un libro en su vida), narradores y poetas consumados, profesores de letras, autores editados u autoeditados, gestores de cultura, promotores de lectura, ejecutivos de instituciones o empresas con interés en la cultura, representantes de los patrocinadores del singular encuentro, han compartido ideas emanadas de los expositores.
El evento, que se desarrolla en el salón principal del Hotel Kimptom Las Mercedes, ha sido espacio para la reflexión, expresión y proclama de ideas fundamentales y/o accesorias sobre el acto literario creativo y el consumo de los textos en los diferentes géneros.

El acontecimiento transcurrió el sábado 28 de Junio con sus espacios colmados de gente, con los módulos de venta de libros (especialmente el de Librería Cuesta, ofreciendo las novelas, cuentos y poesía de muchos de los expositores),con afan interminable de llegada de personas a los conversatorios de su interés. Este domingo 29 es su ultima jornada.
Las acciones se iniciaron sábado temprano (11:00 am) con un homenaje a Mario Vargas Llosa, autor peruano-espanol, (Premio Nobel de Literatura, 2010), uno de los grandes narradores de nuestra lengua, con testimonios y referencias que hicieron Soledad Álvarez (Premio Nacional de Literatura, 2022) y el novelista colombiano Juan Gabriel Vásquez periodista y traductor, autor de El ruido de las cosas al caer (Premio Alfaguara de Novela y el Premio Literario Internacional IMPAC de Dublín), quienes reflexionaron en torno a la impresionante obra del autor de Conversación en La Catedral» (1969), obra maestra por su estructura compleja, su crítica política y su estilo narrativo.

Álvarez, amiga personal de Vargas Llosa y quien le sirvió de anfitriona en varias de sus visitas, destacó la actitud de curiosidad y creatividad metodológica literaria del novelista y ensayista.
Los conversatorios:
Los temas y los expositores, inteligentemente definidos los primeros y bien seleccionados los segundos, fueron, respectivamente:
1- Ficción con nombre y apellido: Carlos Cortés, Juan Gabriel Vásquez (de nuevo) Alberto Ferrera Tyszka y Carmen Imbert Brugal.
2- Narrar la cicatriz: escritura, memoria y testimonio: Juan Villoro, Aroa Moreno Durán, Gonzalo Mallarín y Carmen Imbert
3- Borrar, escribir y reescribir: entre la ficción y el relato real : Joseph Zárate, Aura García Junco, la poeta Martha Rivera Garrido y la novelista Priscila Rivera, ambas de (RD)
4- Imaginar el futuro: sobre la crisis medioambiental y otras distopías: Andrea Chapela, Gabriela Cabezón Cámara, Joseph Zárate y Frank Báez
5- Silencios rotos: narrar lo incómodo: Clevys Natera, Daniela Tarazona, Pablo Simonetti, Mayra Montero y Camilo Hoyos
6- Entre el ruido y el veto: escribir en la era del escrutinio: Ondjaki, Sorayda Peguero, Jochy Herrera y Antonio Sáez Delgado.
Todo lo dicho, un manifiesto de creación
El siguiente es el reporte de notas, realizado por la periodista y escritora Gabriela Taveras Ruíz, compiladas con la prisa con las que se fueron expresando, acomodadas a una redacción para su lectura desde los medios síntesis de todo lo dicho, teniendo verdades fundamentales de la creación y expresiones paridas en las angustias solitarias del proceso, entre otras circunstancias:
En Ficción con nombre y apellido: ¿Como la novela histórica reinterpreta el pasado? ¿Como reconstruimos memorias colectivas? ¿Cuáles son los dilemas éticos de mezclar la realidad y la ficción? Uno de los propósitos de estas novelas es no decir lo mismo que el periodismo o los textos históricos. Leemos novelas para saber lo que los libros históricos no cuentan: amar, perder un ser querido. La novela nos permite contar lo que está por debajo de la historia. ¿De que manera vive un escritor sin escribir? Nuestro trabajo es sentarnos a escribir. Hay muchas cosas que nos alejan del silencio que necesitamos para escribir. Todas las veces que recordamos estamos inventando, porque nunca recordamos todo de la misma forma. Como recuerdas algo es un mito que te creas.
En Narrar la cicatriz: escritura, memoria y testimonio: Escribir un libro es hablar con el futuro, y leer un libro es hablar con el pasado. Los libros son una tecnología fascinante que nos permite colapsar el tiempo. Narrar algo significa, por naturaleza, reinterpretarlo. Narrar la cicatriz: escritura, memoria y testimonio La escritura como herramienta de testimonio, reconstrucción y resistencia frente a las heridas de la historia. El lenguaje literario logra derrotar el tiempo y es único en que es capaz de crear lo simbólico. o simbólico nos salva de lo histórico y del olvido.
Imaginar el futuro: sobre la crisis medioambiental y otras distopías: La literatura debe ser un derecho cultural. Imaginar el futuro: sobre la crisis medioambiental y otras distopias. Zárate hizo el recorrido de todo el río amazonas desde los Andes hasta su fin. Hay algo del principio de la conquista que continúa en todos nuestros países Somos capaces de generar otras imágenes de futuro de los lugares a los que queremos. En Perú conviven 51 naciones indígenas. La Amazonía ocupa más del 40% del territorio sudamericana. El mundo se ha acabado muchas veces. Hay que pensar en el esfuerzo que requiere volver a la normalidad. Los mini colapsos del estatus quo. Hay patrones que probablemente se seguirán repitiendo hasta que la humanidad desaparezca. La energía de que todo cambie existe ¿Qué hacemos con este occidente que lo que hace es convertir al otro en sí mismo, o lo destruye? Los pueblos originarios son capaces de tener una relación no parasitaria con la tierra, una relación que no la destruye. Debemos conectar con los pueblos que fueron desplazados de la razón. ¿Qué lugar tiene un cristianismo infinito en un mundo finito? . La pandemia igualó los espacios por medio de la virtualidad. Hay que parar para pensar en que estamos haciendo con nuestras vidas y las vidas de los demás. “Nadie se salva solo” – El internauta, serie de Netflix). El trabajo comunitario es una posible solución. Metáfora de que somos como canastos, somos el resultado de cada nudo.
Entre el ruido y el veto: escribir en la era del escrutinio: Los regímenes autoritarios detestan el humor y la ficción, porque va en contra de su versión de la historia que quieren imponer. Literatura de consentimiento y de disentimiento: ¿Métodos de trabajo?: el nacimiento de las novelas como un proceso periodístico de interacción con nuevas personas; el Periodismo como fuente de inspiración para las novelas; Whiplash del “regreso a la normalidad”, después de una dictadura. La expedición de cayo confites jugó un papel en una revolución costarricense en el 1948. Trujillo trató de asesinar a Figueres dos veces. Una persona me está usando para editar su propia vida. Lo perverso que es el acceso a la justicia en los países latinoamericanos.
Silencios rotos: narrar lo incómodo: Lo simbólico reescribe la historia. El lenguaje literario de René del risco es capaz de construir lo simbólico. Tenemos que reconstruir nuestro trauma a partir de la literatura. Los últimos fusilamientos de la dictadura franquista fueron en 1975. Frivolidad de abarcar algo con los mecanismos de la ficción. La literatura pertenece a lo real, no a la mentira. Abarca figuras que transforman nuestra manera de ver el mundo, y tienen una realidad cultural transcendental. Por su capacidad de cambiar la percepción, la literatura puede crear una realidad alterna.
Entre el ruido y el veto El ejercicio es tremendamente inconsciente. La literatura es libertad. Debemos partir de nuestro dolor y carencia. La literatura es dolor transformado en belleza. No necesitaríamos la literatura si el mundo fuera perfecto. Si tratas de controlar todo, no vas a decir lo más importante, que por lo general es de lo que te avergüenzas y de lo más oscuro. La cultura de lo políticamente correcto nos limita. ¿Cómo balancear la honestidad con la creación? ¿Puede la justicia puede ser una herramienta de reconciliación? No podemos poner una línea moral en la literatura. ¿Como podemos contar la violencia sin compartir sus clichés? ¡Lo primero es no hacerse esa pregunta! Traicionar a las víctimas es traicionar el espíritu con el que cayeron. Debemos saber contar las ideas por las que murieron se promete como promesa del futuro de lo que falló antes. La literatura es ese gran repositorio para que nos podamos ver en el espejo del tiempo. El sentido de la memoria no es irnos al pasado, sino una intervención en el presente y el pasado para poder actuar de manera diferente. Los escritores somos necesarios para construir la memoria que es literatura. La obligación de los escritores es ser decentes y serio sobre el trabajo inconsciente de la literatura. Es muy difícil para la ciencia ficción deshacerse del presente. La ciencia ficción es el género del cambio – el cambio social, tecnológico, político. La literatura debe tener la libertad de imaginar cosas que no necesariamente deben suceder.
La respuesta humana no es darle dinero a la gente, es invitarla a casa. Hay industrias determinadas a normalizar la destrucción. Sin embargo, hay ternura, amor y belleza. El futuro es ancestral. Para hacer el futuro tengo que recuperar lo que perdí. Fuimos amputados y nos hicieron creer que podemos vivir desconectados de la tierra, lo cual es imposible. ¿Hasta dónde puede llegar un escritor antes de ser silenciado? ¿Cuáles riesgos implica narrar lo incómodo? A veces no pensamos como la censura política entra a las políticas y como nos autocensuramos. Cuando somos inmigrantes en países como estados unidos, hay una presión de representar “dignamente” a nuestras comunidades. Lo peor es la auto censura. Por mayor que sea nuestro deseo de contar la verdad, hay un impulso de silenciarnos. Muy frecuentemente se nos olvida la humanización del autor. No sabemos cómo lo que escribimos repercutirá sobre el lector. Si tratamos de complacer a un lector extranjero, fracasaremos. Conectamos más con el lector de la obra que estamos tratando de hacer.
La voz desde las gradas
Coralis Ramirez, escritora, fuera del listado de los expositores, sostiene:
“Los libros trascienden y atraviesan el tiempo de forma agresiva, sutil o subrepticia. Escribir es un diálogo íntimo con el porvenir para dejarle a los lectores el sabor de la conversación con el pasado. Lo simbólico reditúa lo histórico para no construir olvidos, que muchas veces nos ejecuta aún nos deje bellas cicatrices.
Las novelas muchas veces nos ofrecen aliento para los silencios que el alma calla. La literatura corre el riesgo de fracasar si se escribe solo para complacer, esta debe ser honesta y quedar perpetuada en el espejo del tiempo, este espejo es la palabra de los escritores para sostener la dignidad del lenguaje como testimonio del alma y como un arma para transformar el mundo.
Si este fuese perfecto no habría necesidad de escribir, pero no lo es”.
Creditos para no olvidar
Mar de palabras ha sido posible por la labor de meses del equipo que ha montado Mar de Palabras: Basilio Belliard, Claudia Neira, Frank Báez, Jochy Herrera, José Enrique Delmonte, José Marmol, Juan Villoro, Mateo Morrison, Minerva del Risco, Sergio Ramírez, Soledad Alvarez y Yulisa Caro Álvarez. La labor de ese conjunto de escritores, críticos y gestores literarios, debió haber tenido cargas pesadas y episodios de heroísmo laboral anónimo no narrados.
Los patrocinadores de este acontecimiento, cuyo respaldo ha hecho posible un evento caro, son Ministerio de Turismo, Centro Cultural Banreservas, CEPM (Consorcio Energético Punta Cana-Macao), Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, la línea área nacional de bajo costo Arajet.
La sede del evento, es el histórico Hotel Kimpton Las Mercedes, propiedad colonial remozada que exhibe entre sus orgullos, el haber acogido como huésped a José Martí, y que ahora presenta una remozada y elegante apariencia responsabilidad de cadena internacional, la IHG Hotels & Resorts, representante de 19 marcas hoteleras y con 6000 destinos globales.
Son los copatrocinadores: Banco Central, Grupo Universal, Asociación Cibao, Divano, Induveca y el respaldo institucional de Embajada de España.