Desde su inauguración en abril de este año, la Plaza Santo Domingo se ha convertido en un símbolo del amor en el malecón de Santo Domingo, atrayendo a parejas que eligen sus instalaciones para propuestas de matrimonio y celebraciones nupciales. Este fin de semana, dos parejas confirmaron la tendencia al realizar una propuesta de matrimonio y una boda en la pérgola de la plaza, con los permisos correspondientes otorgados por la Alcaldía del Distrito Nacional.
Las producciones, adornadas con luces, mesas y flores, se integraron al diseño arquitectónico del lugar, que ofrece como telón de fondo el mar Caribe. La plaza, parte de las renovaciones impulsadas por la alcaldesa Carolina Mejía en el Paseo Marítimo Malecón, se ha transformado en uno de los principales espacios de recreación de la capital.
Entre sus atractivos destacan un corazón rojo, una pérgola multiusos para eventos y un anfiteatro al aire libre con capacidad para 300 personas, consolidándola como uno de los lugares más fotografiados del malecón. Además, alberga el Buddy Bear, una escultura de un oso en tamaño real, instalada en colaboración con la Embajada de Alemania, obra del artista Francisco Martínez «Pache».
El espacio también cuenta con máquinas para ejercicio al aire libre, amplio parqueo, caminos internos y vigilancia municipal, lo que lo convierte en un escenario ideal para el esparcimiento y el deporte. Desde su apertura, ha sido sede de decenas de actividades, atrayendo a miles de visitantes cada semana.
La Alcaldía del Distrito Nacional, bajo el liderazgo de Mejía, ha recuperado más de 200 espacios públicos con apoyo del sector privado. La plaza fue inaugurada junto a Samuel Pereyra, presidente de Banreservas, y otras figuras públicas.
Además, el malecón cuenta ahora con 700 lámparas solares que mejoran la visibilidad y promueven el ahorro energético, reforzando su transformación en un punto clave de la vida urbana.